Veinticinco años de cárcel para Conzi

Lo culparon por unanimidad por matar por celos a Marcos Schenone e intentar lo mismo con otras cuatro personas. Aducen que es imputable y supo lo que hacía. Debe pagar 655 mil pesos a los deudos de la víctima

Buenos Aires.- El empresario gastronómico Horacio Conzi fue condenado a 25 años de prisión por matar a Marcos Schenone e intentar hacer lo mismo con las cuatro personas que viajaban con él en el remís atacado a tiros la madrugada del 16 de enero de 2003 en San Isidro.

Conzi fue hallado culpable por unanimidad de los miembros del Tribunal Federal Nº 4 de San Isidro, quienes descartaron declararlo inimputable, al concluir que comprendió la criminalidad de sus actos y dirigió sus acciones. Si el fallo, que será apelado, quedara firme, el empresario tendrá que vivir 17 años en una celda hasta obtener salidas transitorias, en caso de mantener buena conducta.

Los magistrados resolvieron además condenar a Conzi a pagar una indemnización de 655.420 pesos, más los intereses desde el día del crimen a la familia Schenone, que había reclamado civilmente una cifra mucho mayor, de nueve millones y medio de pesos.

Además ordenaron que se inicie una causa para investigar por presunto falso testimonio a seis testigos del juicio, cinco de ellas impugnados por la fiscal y una por la defensa, mientras que dispusieron que la perito psicóloga de Conzi, María Gabriela Di Tomassi, sea investigada por ejercicio ilegal de la medicina, ya que no estaba debidamente matriculada.

Como único atenuante, los jueces consideraron que Conzi no tenía condenas previas y como agravantes mencionaron el "desprecio por la vida", el "insignificante móvil" del crimen que fue el "desaire" de una chica, haber elegido la nocturnidad y la zona más desolada de la avenida Del Libertador para efectuar los disparos y el haber empleado un arma con proyectiles "KRD" perforachalecos.

El fallo dice que Conzi "no padece delirios ni alucinaciones" y comprende "la antijuridicidad de sus actos", porque incluso fugó, escondiéndose en Mar del Plata después del crimen durante 57 días, hasta que fue capturado.


Punto de partida
El 16 de enero del 2003, Marcos Schenone, de 23 años, murió al recibir tres de los 14 disparos que impactaron en el remís en que viajaban el joven, dos chicas, un amigo y el conductor, luego de ser expulsados de "Dallas".

Según se probó, Conzi ordenó al gerente de su local Sergio Colasante que echara a Paula Alonso y Marcos Schenone cuando vio besándose con otro a la chica con la que había estado coqueteando poco antes. Conzi gritó "sáquenlos", "que se vayan", ordenó llamarles un remís al que subieron Schenone, Alonso, Gisella Carabetta y Gustavo Pacheco y luego los persiguió 50 cuadras por la avenida Libertador, en Martínez, con su camioneta Jeep Grand Cherokee, estableció el fallo.

La persecución terminó, de acuerdo al tribunal, en un lugar con escasa iluminación y casi desierto cuando acercó su camioneta y descerrajó al menos 14 balazos con precisión.

"Lo agarramos, lo tenemos y está preso. Le ganamos", expresó Elsa Schenone al finalizar la lectura de la sentencia y veredicto, en la que Conzi no estuvo presente, ya que pidió autorización para permanecer en la cárcel de Campana.

Tampoco asistió a los tribunales el hermano del condenado, Hugo Conzi.

En cambio, Elsa y Eugenio Schenone y sus hijos, Mariano, Alejandro y María Eugenia, estuvieron acompañados por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde y familiares de víctimas de la violencia y las "Madres del Dolor", quienes los aplaudieron a la salida de los tribunales y desplegaron una bandera que decía: "Justicia por nuestros hijos".

La lectura de la sentencia dictada por los jueces Federico Ecke, Carlos Vales Garbo y Osvaldo Rossi comenzó a las 9.20 en la sala de audiencias. Si bien la fiscal Gabriela Baigún había reclamado para Conzi 36 años de prisión, los jueces aplicaron el máximo previsto para el homicidio, que es de 25 años.

Tampoco los jueces estuvieron de acuerdo con la calificación del hecho sostenida por los querellantes, quienes habían pedido reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado al considerar que Conzi cometió un homicidio calificado por alevosía.

Los defensores, Ricardo Montemurro y Gonzalo Díaz Cantón, habían requerido que fuera absuelto por el beneficio de la duda y por ser inimputable, lo que los jueces rechazaron al sostener que sólo dos de los 11 peritos que declararon en el juicio -los de la defensa- lo consideraron "psicótico inimputable".

Sobre esto, el juez Osvaldo Rossi destacó en el fallo que cuando Conzi pronunció sus últimas palabras brindó "un sugestivo relato" en el que "no refirió sobre sus investigaciones religiosas, ni hizo hincapié en las palomas, ni a Galileo Galileo", es decir, los temas en los que la defensa basaba que padecía un "delirio místico".

El mismo juez le dedicó un párrafo aparte a Hugo Conzi al afirmar que, pese a la "vehemencia" y "altanería" que mostró en el debate, "dejó traslucir la angustia que le significa sobrellevar el encierro de su hermano a quien evidentemente quiere y protege como si fuese un hijo".

Rossi también sostuvo que el hermano del imputado "instaló la peregrina idea de una supuesta sustitución del proyectil" extraído del remisero para incriminar a su hermano, pero que nadie objetó aquel procedimiento y que "de haberse urdido un complot, el fiscal de la instrucción Mario Kohan no hubiera autorizado la filmación" que quiso mostrar en el debate.

Los fiscales Baigún y Kohan -quienes se fundieron en un abrazo con los padres de Schenone al término de la sentencia-, dijeron que esperaban al menos 30 años de prisión. (Télam-DyN)

Los padres de Schenone se emocionaron al escuchar el fallo.