Ofensiva de Castro contra el derroche energético

Miles de leales voluntarios investigan casa por casa en qué malgastan la electricidad los cubanos

La Habana. - Miles de voluntarios recorren Cuba a la caza de refrigeradores, ventiladores y otros viejos electrodomésticos a los que el presidente Fidel Castro culpa del despilfarro de energía en la isla. El gobierno trazará así un mapa del derroche y reemplazará mastodónticos refrigeradores estadounidenses de los años 50, televisores soviéticos y otras reliquias de alto consumo por 300 millones de dólares en equipos más eficientes. "Estamos haciendo un gigantesco inventario de todo el país", explicó uno de los voluntarios.

La ofensiva fue acompañada el miércoles por un aumento de hasta 333% en los precios de la electricidad, hasta ahora fuertemente subsidiada. Los 28.000 jóvenes movilizados por Castro están yendo casa por casa para averiguar en qué gastan la electricidad los cubanos.

Tras visitar 58.000 viviendas en el municipio Arroyo Naranjo, un suburbio humilde al sur de La Habana, los voluntarios reportaron esta semana 35.000 refrigeradores, 55.000 ventiladores y 7.000 televisores fuera de la ley. "El despilfarro se acabará definitivamente", advirtió Castro el miércoles en una intervención de casi cinco horas en la televisión.

Los jóvenes tienen además la misión de reemplazar en todo el país 15 millones de lámparas convencionales por otras de bajo consumo. "Pensamos ahorrarnos dos tercios de la energía global del país", dijo Castro, que pronostica un menor consumo energético de entre 140 y 150 millones de dólares para fines de 2006.


Mal masificado
El presidente encomendó la nueva batalla a los trabajadores sociales, el ejército de leales voluntarios a quienes sacó en octubre a las calles para frenar el robo de combustible en las gasolineras. "Males masificados se combaten con masas de combatientes limpios como los trabajadores sociales", dijo. Armados con formularios y uniformados con camisetas azul marino, los voluntarios golpean a la puerta y preguntan la cantidad y marca de los electrodomésticos.

Castro dijo que los nuevos aparatos de bajo consumo que serán repartidos entre la población están siendo exhaustivamente probados en los laboratorios del Estado. Hay también quienes temen que el inventario sea sólo una excusa del gobierno para husmear dentro de las casas y catalogar a los cubanos según su nivel de bienestar, un tema sensible en momentos que Castro arremete contra los "nuevos ricos" que, dice, estimulan la corrupción en la isla.


Nuevas centrales
El problema de fondo continúa siendo la generación, por eso el presidente ha prometido reemplazar las obsoletas centrales termoeléctricas por nuevas y más económicas plantas de ciclo combinado alimentadas con gas natural. El verano pasado, las 17 termoeléctricas de la isla fueron sólo capaces de satisfacer un 50% de la demanda más alta de 2.100 megavatios y los cubanos tuvieron que soportar apagones de hasta 12 horas diarias.