Otra huelga general contra Berlusconi

Roma. - Los mayores sindicatos italianos llevaron adelante ayer un paro de cuatro horas para protestar contra el presupuesto del gobierno para 2006, en la sexta huelga general desde que el primer ministro Silvio Berlusconi asumió su cargo en 2001.

Fábricas, trenes, bancos y aviones quedaron paralizados mientras los manifestantes tomaron las calles en decenas de ciudades italianas para denunciar recortes de gastos que los sindicatos creen podrían golpear con dureza a los servicios públicos y dañar la frágil economía.

"Esta es una huelga general masiva en toda Italia que muestra que los trabajadores, pensionistas y jóvenes condenan tanto al presupuesto como al gobierno", dijo Guglielmo Epifani, líder del mayor sindicato de Italia. Según las cifras de los sindicatos, alrededor del 90% de los 12 millones de sus afiliados tomaron parte en la protesta.

Berlusconi, que afronta elecciones generales en abril de 2006, calificó el paro de pérdida de tiempo. "Es completamente inútil, un viejo y cansado ritual que no tendrá absolutamente ningún impacto", manifestó en la ciudad siciliana de Messina.

El paro fue de ocho horas en el sector público y de cuatro en el privado. Los hospitales sólo atendieron los servicios de emergencia, mientras que los transportes pararon en muchas ciudades, dejando a miles de personas sin modo de desplazarse.

La aerolínea estatal Alitalia, que trata de evitar la bancarrota, canceló 230 vuelos, y otras aerolíneas también se vieron obligadas a retrasar o cancelar los propios.

Los músicos, que protestan contra el recorte a los fondos culturales, dijeron que tocarían el Réquiem de Verdi en las plazas de las ciudades como señal de lamento por la economía nacional.

Los huelguistas protestan contra la intención del gobierno de reducir el déficit presupuestario para el próximo año en unos 16.500 millones de euros (19.400 millones de dólares) mediante una combinación de recortes en el gasto, ventas de activos y medidas enérgicas contra el fraude.

Los partidarios del gobierno acusaron a los sindicatos de sabotear la economía en momentos en los que muestra signos débiles de recuperación. "Los sindicatos están en huelga porque se han convertido en un partido político", dijo Renato Brunetta, asesor económico de Berlusconi.

El gobierno dice que necesita apretarse el cinturón con el presupuesto para tapar un agujero mayor al esperado en las finanzas del Estado y mantener el compromiso con la Unión Europea de reducir su déficit el próximo año hasta un 3,8% del PBI.