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 sábado, 26 de noviembre de 2005  
Varias tradiciones iberoamericanas, declaradas por la Unesco como patrimonio de la humanidad
Carretas tiradas por bueyes, un pueblo de esclavos y una fiesta popular fueron reconocidas por el organismo

Bailes, arte textil, carretas tiradas por bueyes, un poblado fundado por esclavos y hasta una celebración inspirada por la religión en la época medieval forman parte de las tradiciones que Iberoamérica deja como legado al mundo luego de haber sido declarados ayer como patrimonio intangible de la humanidad.

La estampa típica que muchos costarricenses conocen de una carreta pintada de forma artística y tirada por dos bueyes con la guía de un boyero será ahora reconocida fuera de las fronteras, aunque desde hace algunos años las carretas se popularizaron como una preciada artesanía.

"Lo especial de ellas son sus colores y figuras. Aún vendemos a boyeros. A ellos les gusta el sonido de la rueda, dicen que es como música y que cada una tiene su propio son", dijo Carlos Chaverri, de la Fábrica de Carretas Joaquín Chaverri.

Guatemala con su ballet precolombino Rabinal Achí que se basa en los recuerdos de guerras míticas entre grupos mayas, y Nicaragua con el drama satírico del siglo XVI Güegüense o Macho Ratón, se unieron a la lista de países que lograron el reconocimiento, anunciado ayer por la Organización para la Educación, Ciencia y Cultura de Naciones Unidas (Unesco) en París.

De un total de 63 postulaciones, un jurado compuesto por 18 personalidades internacionales eligió 43 propuestas, de las cuales ocho son iberoamericanas.

"Es un baile-drama de entre los años 1200 y 1300 que cuenta cómo un rey guerrero quiché es derrotado por un rey de Rabinal, una ciudad ubicada a 80 kilómetros al norte de la capital guatemalteca. El derrotado va a morir pero pide a sus verdugos permiso para decir adiós a sus tierras. Le dan 40 días y 40 noches con la condición de que vuelva para ser ejecutado y él regresa", explicó el historiador Celso Lara sobre Rabinal Achí.

Otra de las tradiciones, la Patum, tiene su cuna en la villa de Berga en Cataluña. Es una fiesta que se remonta al siglo XV en la que se involucra todo el pueblo, que festeja con pasacalles, fuegos, disfraces, comidas, bebidas y bailes en los días de Corpus Christi.


Una samba brasileña
Brasil con su samba de Roda de Reconcavo de Bahía, que combina bailes, música y poesía e influyó en el desarrollo de la samba urbana, así como Perú con el arte textil de la isla de Taquile en el lago Titicaca, también se sumaron a la lista.

En República Dominicana se celebró la elección del Teatro Cocolo Danzante, una tradición desarrollada por los inmigrantes anglófonos que llegaron a mediados del siglo XIX desde otras islas del Caribe y donde se mezcla música, baile, pantomima y personajes de origen africano llamados guloyas (que procede de David y Goliath).

"Mi papá vino de Antigua y mi mamá de St. Kitts, ellos me dejaron esta herencia", dijo Donald Handerson, de 74 años, quien es guloya desde los 13 años.

El último reconocimiento es menos evidente pues se trata del "espacio cultural" de Palenque de San Basilio de Colombia, un pueblo de 3.500 habitantes ubicado al suroriente de Cartagena.

Es un sitio fortificado, fundado por esclavos que se habían escapado y encontraron refugio en ese sitio desde el siglo XVII. Aunque existieron muchos palenques, el de San Basilio es el único que sobrevivió como pueblo con sus costumbres, lingüísticas, musicales, religiosas y hasta médicas. (AP)
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Chaverri le da los últimos retoques a una de sus famosas carretas.


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