Año CXXXVIII Nº 48943
La Ciudad
Política
Economía
El Mundo
Información Gral
La Región
Opinión
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 20/11
Mujer 20/11
Economía 20/11
Señales 20/11
Estilo 19/11
Salud 16/11

contacto
servicios
Institucional

 sábado, 26 de noviembre de 2005  
Idea. Temor y sorpresa de los hombres de negocios más importantes del país
El empresariado top se volvió espectador
A diferencia de otros tiempos, el coloquio no marcó la agenda económica y se mantuvo a la defensiva

Sandra Cicaré / La Capital

Mar del Plata (enviada especial) .- ¿Lavagna se va, se queda? fue la pregunta que un alto directivo de una multinacional le hacía a cuanto periodista se le acercaba a modo de sondeo en el 41º Coloquio Anual de Idea que se realizó en Mar del Plata esta semana. Y aunque todo hace presumir que los hombres de negocios tienen una lectura mucho más acabada del rumbo de la economía y resortes políticos como para conocer con anticipación cualquier cambio de figuras de gobierno, la realidad demostró lo contrario.

Los empresarios miran con atención cada paso que toma el gobierno y a diferencia de otros años (y otras décadas) donde eran quienes fijaban la política económica del país, ahora son más espectadores.

De hecho, tradicionalmente el coloquio de Idea se convertía en una tribuna desde donde el empresariado top de la Argentina definía pautas y delineaba buena parte de la agenda económica. Sin embargo, este año hubo un quiebre. Primó la cautela con la idea de no enardecer la ira del presidente Néstor Kirchner, y así todo, no pudieron evitarlo. El primer mandatario arremetió desde el primer día contra el encuentro empresarial y sus dirigentes y los acusó de especular con los índices inflacionarios por encima de un dígito y ser responsables de una cartelización causante del aumento de precios.

Nerviosismo, desmentidas, negativa a hacer declaraciones fueron parte de las cotidianas y corporativas reacciones de los empresarios, fundamentalmente los organizadores del coloquio. "Esto es bueno, salimos en todos los diarios", ironizó el viernes en declaraciones a La Capital, el presidente de Idea, Enrique Pescarmona, aunque "lo malo es la errónea interpretación que se hizo de las declaraciones", agregó.

El empresario titular de Impsa fue el que días antes del Coloquio instruyó "a la tropa" para que nadie se desboque y provoque encontronazos con el gobierno, con el que Pescarmona tiene buenas relaciones, especialmente por los beneficios que le deparó a su empresa.

Y las instrucciones de Pescarmona fueron respetadas al pie de la letra por Coto. Pero no hubo mucho que esperar. Fue Kirchner el que se enojó primero y arremetió con artillería pesada contra él. Quizás no fue una buena estrategia que mientras él se guardaba su opinión sobre las acusaciones de cartelización e inflación, su colega y titular del grupo Cencosud -propietario de Jumbo- Horst Paulmann saliera a desmentir actitudes de este tipo escudándose en que no formaba parte del directorio de Idea y podía hablar.

Y aunque -hay que reconocerlo- en este caso puntual pagó justo por pecador porque Coto no fue quien vaticinó una inflación del 12%, lo cierto es que la percepción de los empresarios asistentes al encuentro no se alejaba demasiado de este vaticinio. No lo dijo él, pero lo pensaban todos.

Esto es, el Coloquio ya no es lo que era. No marcó la agenda, sino que fue detrás de la que definió el gobierno y siempre buscando conseguir las disculpas oficiales para no romper las relaciones con un presidente que no anda con "chiquitas" a la hora de criticar actitudes corporativas.

Es más, la mesura llegó al punto tal de tratar de conservar la buena convivencia aunque sólo sea para que no falte a la cita el ministro de Economía, después del faltazo de todos los principales oradores como la candidata chilena Michelle Bachelet, el enojado Felipe Solá (que desistió después de la disputa por la inflación y cuando ya estaba en Mar del Plata), la del ministro de Educación Daniel Filmus y la del presidente Kirchner.


No me peguen, soy Idea
Por supuesto que el foro convocó a representantes destacados representes empresarios de la Argentina y el mundo, e incluso el espacio destinado a la educación y la capacitación reunió a funcionarios y dirigentes de primera línea. Pero el encontronazo con el gobierno copó la agenda y a partir de eso muy pocos eran los que se animaban a hablar por fuera de los planes de sus empresas y evitando todo el tiempo referirse a la macroeconomía.

La presencia del titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Martín Redrado, criticando la política fiscal y catalogando al impuesto al cheque como "el más distorsivo", fue una luz de alerta. "Son señales muy fuertes contra Lavagna", dijo un grupo de empresarios ligados con la actividad agropecuaria y la opinión se replicó en otros ámbitos, donde se escuchó decir que "si el ministro viene a Idea es una señal de que está cortando con Kirchner y muestras de su retirada". ¿No será demasiado arrogarse tamaño protagonismo cuando ni siquiera se pudo manejar la agenda propia?
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Pescarmona se encargó de frenar los encontronazos con el gobierno.

Notas Relacionadas
Lavagna dijo que seguirán los ajustes de precios pero que no habrá desborde


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados