Murió un obrero al caer del techo de un galpón

Un obrero de la construcción murió al caer de 14 metros de altura mientras trabajaba sobre el techo de un galpón. El operario no contaba con ningún elemento de seguridad.

  Eduardo Abel Ojeda, de 40 años, se encontraba cumpliendo tareas en la obra ubicada en 1º de Mayo 2070 donde se instalará la firma Grow SRL, dedicada al depósito de muebles y artículos de camping. Se trata de un área de grandes dimensiones: 70 metros de profundidad por 25 de ancho.

  El lugar cobró notoriedad porque el inmueble se usaba para realizar remates de automóviles y en la actualidad estaba siendo reacondicionado.

  El hecho ocurrió cerca de las 14.30 de ayer mientras se realizaban las actividades de trabajo normales en una jornada calurosa.

  En la parte más alta, donde se hallaba Ojeda, se unen dos techos de fribrocemento. El operario estaba reemplazando las chapas deterioradas por el paso y las inclemencias del tiempo.

Ni arnés ni casco
Cuando ocurrió el accidente, instalaba paneles plásticos que permiten el paso de la luz solar, pero una de las viejas placas cedió y provocó la inmediata caída del obrero, quien murió instantáneamente. “No tenía arnés ni casco”, dijeron fuentes de la investigación policial a La Capital.

  Al lugar llegó una de las ambulancias del Sistema Integrado de Emergencia Sanitarias (Sies) y uno de los médicos comenzó a practicarle resucitación cardiopulmonar. Pero fue en vano.

  “El hombre tenía estallido de cráneo y fracturas diversas en todo el cuerpo”, dijo la misma fuente policial.

  En el techo trabajaban tres hombres, pero en el momento del accidente, los otros dos habían descendido del techo y le iban alcanzando a Ojeda diferentes elementos de trabajo.

  Ayer,entrada la tarde, los familiares del operario nacido en Rosario aún no se habían enterado de la tragedia y el cuerpo de la víctima había sido trasladado al Instituto Médico Legal.

  La causa está ahora a cargo del juzgado Correccional Nº 7 porque no hay elementos para presumir que se trate de una muerte dudosa y, por ende, no pertenece a la Justicia de Instrucción.

  Ahora, se espera que la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) responda por la muerte que generó suma congoja entre los compañeros de Ojeda, un obrero de condición humilde.