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 domingo, 13 de noviembre de 2005  
Los alemanes deberán pagar mayores impuestos
La flamante coalición admitió que los planes para sanear la economía exigirán grandes sacrificios a la población

Berlín. - La jefa de gobierno designada alemana y futura canciller, Angela Merkel, defendió ayer el programa de gobierno de la nueva coalición de conservadores y socialdemócratas, en medio de críticas a los proyectados aumentos de impuestos que, según admitió, exigirán sacrificios. "Sabemos que esto exigirá mucho a la gente. Pero hay que frenar la tendencia declinante de Alemania y revertirla para crear más bienestar y puestos de trabajo", dijo Merkel al presentar en Berlín el acuerdo de coalición alcanzado el viernes por los dos grandes partidos alemanes dos meses después de las elecciones.

Merkel, quien será la primera mujer canciller (jefe de gobierno) del país, con un 11% de desempleo y un déficit de 48.000 millones de dólares, dijo que "Alemania tiene que volver a estar en diez años entre los tres primeros países de Europa".

El contrato, que sella la segunda "gran coalición" en la historia alemana, prevé un aumento de tres puntos del IVA y la supresión de privilegios fiscales y ayudas estatales con el fin de sanear las arcas públicas. "Naturalmente, esto no nos fue fácil, pero vemos la necesidad de hacer algo", dijo el presidente del Partido Social Demócrata (SPD), Franz Muentefering, designado vicecanciller y ministro de Trabajo por Merkel, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).

El nuevo gobierno flexibilizará las leyes que dificultan los despidos de trabajadores, aumentará las contribuciones al sistema de pensión estatal y eventualmente elevará la edad para jubilarse. "Alemania se encuentra en la encrucijada. Queremos transformar esto en una oportunidad para el país", dijo Merkel, quien sucederá al jefe de gobierno socialdemócrata Gerhard Schroeder.


Llueven las críticas
El acuerdo fue criticado por varios medios de prensa y grupos de presión, que esperaban o reformas más profundas o, por el contrario, una mayor sensibilidad social. "La gran coalición es una declaración de bancarrota. Los dos grandes partidos que llevaron al país al borde de la quiebra por no hacer nada durante décadas se aprovechan de los acreedores que no se pueden defender: nosotros, los ciudadanos", dijo ayer el periódico sensacionalista Bild, el más leído de Alemania. "El contrato no es acorde con los problemas del país: ni con el desempleo masivo ni con la regulación excesiva de la economía y la investigación, ni con un Estado sobredimensionado que no puede seguir financiando las tareas que desempeña sin dañar más que beneficiar", resume, por su par te, el diario conservador Die Welt.
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