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 domingo, 13 de noviembre de 2005  
Una mirada del cine sobre los atacantes suicidas
Un director palestino revela la mentalidad de militantes radicales y la impotencia esencial que los persigue

No fue fácil para el director palestino Hany Abu-Assad realizar "Paradise now", una historia sobre por qué dos mecánicos tranquilos se convierten en atacantes suicidas. Tuvo que luchar por los fondos, esquivar un ataque de misiles desde Israel y eludir amenazas de parte de extremistas.

Rodar en Nablus, donde su encargado de locación fue brevemente secuestrado a modo de advertencia por facciones que temían que la película fuera crítica, fue sólo uno de los obstáculos.

La película transcurre a la par de otros dos filmes de ficción que dramatizan los interrogantes abiertos después del 11 de septiembre: ¿Qué hace que una persona se convierta en un atacante suicida, lista o listo para cobrarse su propia vida y la de aquellos inocentes desconocidos? ¿Es la promesa del paraíso y las vírgenes, o un acto de venganza, coraje, desesperación o impotencia?

También se presenta actualmente el filme de bajo presupuesto de Joseph Castelo, "The war within", sobre una célula de terroristas paquistaníes que planean hacer estallar la estación Grand Central de Nueva York, como continuación de los ataques del 11 de septiembre.

La película de Castelo se centra en el choque de valores entre Oriente y Occidente y ha obtenido respetables críticas.

También se estrenará "Syriana", una película de suspenso de 50 millones de dólares de presupuesto con la actuación estelar de George Clooney que, en parte, trata el mismo tema pero para un mercado masivo, realizada por Steven Gaghan quien escribió "Traffic", la aclamada película sobre la guerra de la droga.

Ni "Paradise now" ni "War within" defienden a los atacantes suicidas pero ambas proponen que el espectador entienda la mentalidad que produce tales actos porque, en palabras de Abu-Assad, entender es un primer paso hacia adelante.

Una de las escenas de su trabajo transcurre en una tienda de alquiler de películas similar a una de occidente excepto porque ofrece videos hechos por atacantes suicidas que explican sus actos para inspirar a aquellos que los siguen.


Impotencia todopoderosa
Abu-Assad cree que la impotencia alimenta los bombardeos. Y las palabras de sus personajes sostienen esa idea a medida que sus vidas transcurren cotidianamente en los territorios ocupados que el filme presenta como una prisión sin aire y herméticamente sellada.

"Bajo la ocupación, ya estamos muertos. En esta vida ya estamos muertos de todas formas. Si no podemos vivir en igualdad, al menos podemos morir en igualdad", son algunas frases de la película.

"La sensación de impotencia es tan fuerte que se matan a sí mismos y a otros para decir «no me quedo impotente». Es una situación muy compleja, pero la situación general es la injusticia", explica el director.

La película, en parte financiada por Israel, está siendo presentada ante una audiencia muy crítica ya que transcurre en Cisjordania. "En Israel la reacción es la misma. La gente la juzga como una película, es creíble".

La Autoridad palestina ha presentado el filme como su participante en las nominaciones para el Oscar a mejor película extranjera y será interesante ver si se convierte en una de las cinco finalistas. Abu-Assad dice sin embargo que desde el gobierno se han quejado porque la encuentran muy occidental.

Dice además que su película no impone un punto de vista sino que en cambio trata de mostrar "algo invisible y que nunca antes fue hecho".

La crítica de cine de Los Angeles, Times Rachel Abramowitz, dijo que la película se centra en dos personas de la periferia de la historia y las observa mientras respiran. Y eso es lo que Abu-Assad ha hecho. Ahora hay que ver si alguien más puede escuchar esas respiraciones. (Reuters)
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