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 sábado, 29 de octubre de 2005  
Crisis en la Casa Blanca. El caso de la filtración del nombre de una espía afectó a uno de lso impulsores de la guerra a Irak
Cae un asesor clave del gobierno de EEUU por el escándalo del Ciagate
Lewis Libby, jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, renunció tras enfrentar cinco cargos judiciales

Washington. - Para completar una semana por demás de complicada para la Casa Blanca, Lewis "Scooter" Libby, jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, y uno de los hombres más influyentes del actual gobierno, renunció ayer, después de haber sido acusado de obstruir a la justicia, formular una declaración falsa y de perjurio, en el caso de la filtración del nombre de una agente encubierta de la CIA. Otro de los involucrados en este escándalo, el máximo asesor político del presidente George W. Bush, Karl Rove, se libró de ser acusado, pero continuará siendo investigado.

El caso, conocido como Ciagate, ha sumido a la administración Bush en la peor crisis interna de su gestión. Según los especialistas, el mandatario podría tener serias dificultades para implementar su agenda durante los tres años que le restan de gobierno. Sus índices de popularidad continúan en baja por la guerra en Irak y esta semana debió soportar la renuncia de su candidata a la Corte Suprema, impulsada por las críticas de su propio partido.

Las acusaciones contra Libby fueron formuladas tras una investigación de dos años del fiscal especial Patrick Fitzgerald, que trata de determinar si Rove, Libby u otros funcionarios del gobierno revelaron intencionalmente la identidad de la agente de la CIA Valerie Plame o mintieron sobre su participación en el caso. Plame es la esposa de un ex embajador estadounidense que puso en duda públicamente los argumentos esgrimidos por Bush para invadir Irak. El esposo de Plame, Joseph Wilson, afirma que la Casa Blanca expuso la identidad de su mujer en venganza.

Libby, el político de mayor confianza de Cheney, pertenece al grupo de neoconservadores dentro del gobierno de Bush, y fue uno de los estrategas y arquitectos de la guerra de Irak. Según los analistas, a raíz de este escándalo, saldrán por primera vez a la luz los motivos que llevaron a Washington a invadir el país árabe.

Libby, de 55 años, enfrenta una acusación de obstrucción de la justicia, dos cargos de perjurio y dos de falso testimonio. Si es declarado culpable de las cinco acusaciones, podría enfrentar una condena de 30 años en prisión y 1,25 millón de dólares en multas. El asesor de Cheney está acusado de mentir sobre cuándo y cómo supo la identidad de Plame en el 2003, y se la transmitió a la prensa. La información sobre la identidad de la agente de la CIA era secreta. También está acusado de mentir cuando le expresó a los investigadores que se enteró del estatus de Plame por Tim Russert, del canal NBC. De acuerdo con la acusación, Cheney fue quien le reveló la identidad de la agente.

Según el fiscal del caso, la acusación contra Libby demuestra que ningún funcionario norteamericano está por encima de la ley. Fitzgerald aseguró en conferencia de prensa que los cargos contra el asesor del vicepresidente son "muy, muy graves". Por su parte, Dick Cheney, aceptó "con el más profundo pesar" la renuncia de su jefe de gabinete, y recalcó que en el sistema judicial estadounidense una persona se presume inocente hasta que un tribunal demuestre lo contrario.


Famoso por su discreción
Lewis "Scooter" Libby fue el jefe de gabinete de Dick Cheney y su asesor en seguridad nacional desde el 2001. A pesar de su perfil discreto, tuvo una gran influencia en las decisiones de la Casa Blanca en los últimos años, y fue la mano derecha de uno de los vicepresidentes más poderosos en la historia de EEUU.

"Scooter", el inofensivo seudónimo con el que lo bautizó su padre por lo rápido que gateaba en la cuna, comparte con Cheney la fijación por las amenazas nucleares y el bioterrorismo. Por esto fue uno de los integrantes del selecto Grupo de Irak de la Casa Blanca, creado en agosto de 2002 para poner en marcha una "campaña de marketing" destinada a convencer a la opinión pública, a la prensa y al Congreso de la necesidad de intervenir militarmente en Irak.

Lo irónico de la historia de este abogado nacido en Connecticut, casado y con dos hijos, es que es famoso por su discreción. "Es increíblemente analítico, detallista, gran estratega, brillante y discreto", dijo Mary Matalin, ex asesora de Cheney. A diferencia de otros miembros de la actual administración republicana, Libby es un intelectual y un representante de la corriente neoconservadora, que tiene un gran peso en la política exterior del país.

Libby estudió en la Universidad de Yale, donde fue alumno de Paul Wolfowitz, el actual presidente del Banco Mundial y uno de los "neocon" más prominentes de EEUU. En 1981, cuando Wolfowitz se unió al Departamento de Estado durante la presidencia de Ronald Reagan, fichó a Libby, que por aquel entonces trabajaba en un bufet legal.
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Lewis Libby, acusado de falso testimonio.

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