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 sábado, 29 de octubre de 2005  
El episodio fue el 8 de agosto del año pasado en Pasacalle, de Arroyo Seco
Procesan a patovica que le partió la boca a un joven en una disco
A Sebastián Dolce le aplicaron 21 puntos de sutura, pero a 14 meses del ataque sigue con secuelas

En un fallo poco común, sino inédito, la Justicia provincial procesó a un patovica que el 8 de agosto del año pasado le destrozó la boca a Sebastián Dolce cuando se encontraba en el interior del boliche Pasacalle, ubicado en Arroyo Seco. Debido a las secuelas de la brutal agresión, el joven de 26 años debió ser operado en dos oportunidades y le tuvieron que aplicar más de veinte puntos de sutura. En la resolución a cargo del juez de Instrucción Nº9, Carlos Carbone, se imputó a Daniel Aníbal González por la presunta comisión del delito de lesiones graves, aunque la sentencia podría ser apelada por el propio acusado. No obstante, la familia del muchacho agredido respiró ayer con satisfacción por la resolución y anticipó que harán una demanda civil contra los responsables de la disco.

Aquella madrugada, pasadas las 5, Sebastián estaba junto a su novia Marcela Herrera en el reservado de Pasacalle, cuando se acercó González y tras dirigirse verbalmente a la chica y le aplicó una certera trompada en la boca a Sebastián.

La sentencia de Carbone se produce luego de una cantidad contundente de declaraciones testimoniales, los dichos del imputado, lo afirmado en sede judicial por las víctimas de la agresión y una serie de careos entre estos dos últimos.

Un párrafo del magistrado resulta lapidario contra González: "Su versión exculpatoria se encuentra totalmente desvirtuada por la declaración de todos los testigos presenciales del hecho, los que expresan que fue el autor de agresión a Dolce".

Así, y con fecha 19 de octubre de este año, Carbone resolvió dictar su procesamiento, ordena su excarcelación (nunca estuvo detenido) "por la presunta comisión del delito de lesiones graves".


Molestias, a más de un año
Pasaron más de 14 meses de aquella noche negra para Sebastián. Hoy está casado con Marcela, van a tener un hijo pero el recuerdo sigue vivo cada vez que se toca los labios con las manos. "Tengo molestias, dolor en la encía, y en los labios tengo una dureza por dentro. Me hicieron 21 puntos de sutura, prácticamente me reconstruyeron la boca", se lamentó Sebastián.

El joven festejó con alegría la resolución de Carbone y agradeció una vez más el apoyo de sus padres, y el aguante que le hicieron en el trabajo, pero su expectativa es poco optimista. "Estamos todos expuestos a los patovicas que hacen pesas y se estimulan con anabólicos. Ni ellos miden la fuerza que tienen, y encima hay cada vez más", reflexionó Sebastián.

Carlos, su padre, cree que el fallo del juez Carbone "sirve para que los padres vean que hay justicia y que estas cosas se tienen que terminar de una vez por todas". En la charla con La Capital aportó dos datos llamativos. "González actualmente presta servicios en Prefectura Naval con asiento en Arroyo Seco. Este hombre, con antecedentes y procesado, sigue además como personal de seguridad en Pasacalle", denunció para agregar: "Los diputados tendrían que presentar un proyecto para que en vez de matones haya gente en los boliches que cuide como corresponde".

Pese a las secuelas de la agresión, Sebastián igual sonríe y recuerda con cariño a todos los testigos que lo ayudaron en la causa, "a la gente que me llamó para darme apoyo y hasta la ex mujer de González que se comunicó conmigo", reveló.

El joven confiesa que su esposa quedó shockeada con lo ocurrido y advierte con temor: "El día de mañana lo que me pasó a mí, le puede pasar a mi hijo".
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