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 sábado, 29 de octubre de 2005  
Habría más subastas en diciembre
Una vez más, lograron suspender el remate de una casa de la zona norte
Ahora, los defensores de la vivienda única van por un caso de una familia a la que la EPE le reclama una deuda

Una vez más, la Asociación para la Defensa de la Vivienda Unica (Adevu) impidió ayer el remate de una casa en la zona norte de la ciudad, y va por un caso que promete controversia: el de una familia a la que le pretenden subastar su vivienda única por una deuda de 3 mil pesos con la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

El proceso que terminó en el frustrado remate de ayer había comenzado hace diez años cuando Nora Guerrero y su marido Rolando firmaron documentos para comprar mercadería que nunca les entregaron; sin embargo, les reclamaron una deuda de seis mil pesos y finalmente la Justicia decidió el remate de su vivienda. Pero con la presencia de los miembros de Adevu, amigos, familiares y vecinos de La Florida que se instalaron frente a la sede del Colegio de Martilleros (Entre Ríos al 100), lograron impedir la acción del martillo.

"Esta noche mis hijos van a tener un techo donde dormir", fue la frase que disparó Nora, ya con la noticia de que el remate previsto para las 15.15 había quedado suspendido por falta de oferentes.

Hace diez años la familia tenía una fotocopiadora en el centro rosarino y luego de un robo quiso reponer las computadoras que había perdido. "En ese momento firmamos una serie de documentos por la mercadería, pero nunca nos la entregaron. Sin embargo, igual ejecutaron los documentos", contó Nora.

Según indicó la mujer, la deuda inicial era de 6 mil pesos. Pero con el paso del tiempo y luego de "una mala praxis del abogado defensor que ocultó información", llegó la fecha de remate.

Así fue que con amigos, familiares, carteles con la leyenda de "No a los remates" y la imagen de la Virgen del Rosario de San Nicolás que desde hace años acompaña a los miembros de Adevu se instalaron en Entre Ríos al 100 y lograron impedir la subasta.

Tras festejar el triunfo, el titular de Adevu, Marcelo Bonini, aseguró que "por estos días la cantidad de remates es menor porque sólo se están ejecutando los juicios por quiebra", pero también lanzó una advertencia sobre lo que puede pasar en las próximas semanas: "El 30 de noviembre se termina la suspensión de los remates por juicios hipotecarios, así que después de esa fecha puede haber una catarata".

Es más, el dirigente señaló que "las subastas se realizan durante las dos primeras semanas de diciembre y después todo entra en receso, pero ya están cayendo a lo loco los pedidos de fecha de remate para esas semanas, y ni hablar de lo que puede pasar el año próximo".


Otra casa corre peligro
Ahora los miembros de Adevu ya tienen la mirada puesta en la casa que Nora Jerez y José Malaguarena tienen en Perú al 1600, en barrio Belgrano. En este caso, la familia enfrenta una deuda de más de tres mil pesos con la EPE y su casa ya tiene fecha de remate para el 9 de noviembre próximo.

"El problema fue que tuvimos la casa alquilada por un tiempo, pero cuando volvimos a vivir allí nos encontramos con una conexión clandestina y una deuda de la EPE de más de tres mil pesos", relató Nora. El matrimonio, que tiene tres hijos, asegura que se acercó en varias oportunidades a la empresa para pedir un plan de pagos y así lograr también que le reconectaran el servicio, pero nunca lo consiguió.

"Para pagar nos pedían el 50 por ciento en efectivo, algo que para nosotros es imposible porque yo estoy desocupada y mi marido trabaja en una fábrica", contó Nora, quien insistió con que "la EPE siempre nos puso trabas porque nuestra intención era pagar".

Ahora tienen todas sus esperanzas instaladas en poder impedir el remate que se realizará en pocos días. "No sólo es la única casa que tenemos, sino que además es la vivienda de mi infancia, donde crecí. Para nosotros tiene valor económico, pero mucho más valor afectivo", dijo José.
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