El momento del parto tiene poca incidencia en la parálisis cerebral

Florecnia O'Keeffe / La Capital

La parálisis cerebral, una incapacidad física que registra 1.500 nuevos casos por año en Argentina, estaría muy poco vinculada al momento del parto, según estudios internacionales analizados por especialistas argentinos en el Seminario sobre Parálisis Cerebral efectuado en Rosario.

La información que avala la poca incidencia del parto en la parálisis cerebral también está incluida en el consenso argentino sobre esta patología que data del 2000 y que fue firmado, entre otras instituciones, por la Academia Nacional de Medicina, la Asociación Argentina de Perinatología, la Federación Argentina de Sociedades de Obstetricia y Ginecología y la Sociedad Argentina de Pediatría.

Ante el diagnóstico de parálisis cerebral-que incluye diferentes sindromes de discapacidad- es habitual que padres y familiares del niño afectado e incluso algunos médicos lo atribuyan a causas como falta de oxígeno durante el momento del parto. Al respecto, el profesor y ex obstetra Carlos Lavarello, consultado por La Capital, mencionó que en Australia, por ejemplo, donde existen registros muy serios sobre el tema, al igual que en otros países desarrollados, "en el 2000 se hablaba de sólo el 8% de los casos de parálisis cerebral asociados con dificultades en el parto, mientras que ahora se habla de solamente el 4%".

"En la mayoría de los casos, el cuidado obstétrico durante el embarazo no puede prevenir ni advertir este serio problema", agregó.

"La parálisis cerebral no puede detectarse en ecografías o estudios previos, no es un defecto genético ni un problema cromosómico, todo esto, probablemente, influye en la tendencia a adjudicar el problema al momento del parto", señala Lavarello.

La parálisis cerebral es un término que se usa para describir diferentes sindromes de discapacidad física. Los chicos afectados presentan un control anormal del movimiento y la postura por una alteración del desarrollo cerebral. Suele manifestarse en los primeros años y no es progresiva. Los niños o niñas más afectados padecen con frecuencia otros problemas neurológicos, tales como retraso intelectual, epilepsia, algunos problemas visuales y/o auditivos. Se trata de la incapacidad física más frecuente en la infancia y puede llegar a ser muy severa, aunque hay formas leves.

Lavarello comenta que las causas que llevan a la parálisis cerebral son más bien desconocidas. Entre las que ocurren antes del parto se documentaron hasta el momento, las siguientes:

u Problemas genéticos.

u Infertilidad previa y posiblemente algunos aspectos de su tratamiento.

u Infecciones intrauterinas como rubeola, citomegalovirus, toxoplasmosis y otras.

u Malformaciones cerebrales (especialmente anomalías en la migración neuronal en el segundo trimestre del embarazo).

u Problemas placentarios (infección, hemorragia).

u Exposición a sustancias químicas como el metil mercurio.

u Enfermedades tiroideas.

u Muerte de un co-gemelar anterior al nacimiento.

u Trauma físico abdominal como accidente de automóvil, golpes por violencia doméstica.


El consenso argentino advierte que todas estas causas son de "baja prevalencia, no siempre causan parálisis cerebral y es probable que necesiten un factor asociado para producir un daño cerebral irreversible".
En el documento citado se indica además que "ante un diagnóstico de parálisis cerebral es imposible precisar, en la actualidad, el momento del embarazo en que se produjo el problema".

Lavarello asegura que hay mucho desconocimiento sobre este tema y que es muy "habitual" que la responsabilidad de la parálisis cerebral sea adjudicada al obstetra o a quienes intervinieron en el trabajo de parto y en el parto mismo. "Intentamos demostrar que no es así", comenta.

"Para que se dañe el cerebro de un chico por falta de oxígeno, si el niño está sano en la panza de la mamá, tienen que pasar muchísimas horas en trabajo de parto. Recuerdo que cuando estudiaba siempre nos decían que no hay que dejar que el sol salga dos veces sobre una parturienta. Aun cuando hay dificultades existe un margen enorme de oxigenación", subrayó.

Sobre el particular, el consenso argentino señala con claridad que "la asfixia perinatal no es la causa principal de parálisis cerebral".

"Lamentablemente no se puede advertir el problema para evitarlo", asegura Lavarello.