Mañana, pese a la polémica, se anunciará el ganador del Nobel de Literatura

Estocolmo.- La Academia Sueca de la Lengua anunciará mañana el ganador del premio Nobel de Literatura de este año, en medio de una batalla que se desató entre sus miembros por la elección, el año pasado, de la autora austríaca Elfriede Jellinek.

Voceros de la entidad confirmaron que el nombre del ganador será anunciado mañana, casi al mismo tiempo que Knut Ahnlund -uno de los 18 miembros que la integran- daba a conocer su renuncia en oposición a la concesión del galardón otorgado a Jellinek.

En un extenso artículo publicado en el periódico Svenska Dagbladet, Ahnlund rompió por primera vez el silencio obligado a los miembros de la academia acerca de los premiados y descalificó duramente a la escritora austríaca, aparte de cuestionar que la mayoría de sus compañeros haya leído un "trocito" de sus obras.

Ahnlund, de 82 años y uno de los estudiosos de la literatura más prestigiosos en Suecia, considera que la elección de Jellinek causó "un daño irreparable en el prestigio del premio" y puso en cuestión el criterio de la academia.

Entre los calificativos que dedica a la obra de Jellinek figuran los de "pobre", "unidireccional", "parasitaria", carente de estructura artística, escasa en ideas y compuesta por "una verborrea donde ocurrencias casuales se extienden a lo largo de diez o cien páginas sin que se diga nada".

El crítico sueco, miembro de la academia desde 1983, le quitó originalidad a su obra, incluida en "la corriente de entretenimiento que se extiende en los medios de masas", y cree que se trata de un "porno violento" que puede nacer de los códigos morales centroeuropeos, menos liberales en cuestiones sexuales.

"La pornografía se ha infiltrado en ofertas culturales respetables y aceptadas, un porno avanzado puede actuar disfrazado como indignación y se convierte en una salida fácil desde el punto de vista comercial. A esa sección pertenece a grandes rasgos todo lo que ella ha escrito", escribe el académico sueco.

Ahnlund apela a todas esas razones para considerarse "fuera de la academia" -cuyos miembros son vitalicios-, aunque desde 1996 ya no participaba en las reuniones por iniciativa propia, tras los desacuerdos con su entonces secretario.

Otros dos miembros de la academia, Kerstin Ekman y Lars Gyllensten, la "abandonaron" en 1989, después de que el órgano se negara a condenar la emisión de una fatwa (edicto islámico) contra el escritor británico Salman Rushdie.

Sin embargo, las disidencias internas no han empañado la expectativa generada en torno al nuevo Nobel de Literatura, entre cuyos candidatos se encuentran los novelistas estadounidenses Philip Roth y Joyce Carol Oates, el albanés Ismael Kadaré, el israelí Amos Oz y el poeta sueco Tomas Transtroemer.

Según algunos observadores, la Academia podría optar por ampliar este año el premio, recompensando a un autor que no escribe ficción, por ejemplo un periodista literario como el polaco Ryszard Kapuscinski.

Desde que se otorgó por primera vez en 1901, el galardón recayó algunas veces en autores de géneros diferentes, como Bertrand Russel, premiado en 1950 por sus escritos filosóficos, o Winston Churchill, tres años después, por sus textos históricos.

Sin embargo, la gran mayoría de los premios fue para autores de ficción o poetas.

Si la Academia opta nuevamente por un galardón tradicional, el autor holandés Cees Nooteboom, el belga Hugo Claus, el somalí Nuruddin Farah y el poeta y novelista nigeriano Ben Okri figuran también entre los favoritos.

El autor turco Orhan Pamuk, de 53 años, recientemente acusado de "denigración pública de la identidad turca" por sus afirmaciones sobre la masacre de los armenios, también podría ser un pretendiente con posibilidades.

Este premio es el único de todos los Nobel cuya fecha de anuncio es revelada sólo 24 horas antes y se otorga tradicionalmente un jueves. (Télam)