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 sábado, 06 de agosto de 2005  
Terror en el mar. El AS-28 Priz se enganchó con los cables de un sonar en el Pacífico oriental
Un submarino ruso quedó atascado en las profundidades con siete tripulantes
Naves de rescate de la armada rusa lo arrastran hacia aguas menos profundas. Viajan equipos de auxilio

Un minisubmarino ruso, el AS-28 Priz, quedó atascado con un sonar costero a 190 metros de profundidad en la bahía de Berezovaia del océano Pacífico oriental. La armada rusa intenta desde ayer arrastrar la nave hacia una zona segura para rescatar a sus siete tripulantes antes de que las reservas de aire se agoten, lo que ocurriría hoy.

Los militares rusos corrían contra el tiempo en las labores de rescate, mientras naves de Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón se ponían en marcha para colaborar con la operación en aguas del Pacífico ruso.

El propulsor de la nave AS-28 se enredó con los cables y la base de un sonar costero -al principio creyeron que era una red de pesca- y la marina rusa intenta remolcarlo hacia aguas menos profundas para concretar el rescate.

Más de 30 horas después del accidente, barcos rusos habían abandonado la posibilidad de cortar la red de cables en la que se enredó el minisubmarino durante un ejercicio militar en la costa de la península de Kamchatka.

Una nueva táctica, la de arrastrar el submarino con la red hacia aguas menos profundas, dio mejores resultados.

"Hemos enganchado toda la maraña, incluyendo nuestro objeto sumergible. En todo este tiempo, esto ha sido arrastrado casi un kilómetro", dijo el almirante Viktor Fyodorov, comandante de la flota Pacífico, al canal NTV.

"Continuamos con nuestro trabajo para llevarlo a un sitio menos profundo, pero si lo lograremos, no lo puedo decir", añadió.

El marino ruso esperaba tener un barco en el lugar donde la nave podría ser alcanzada en ocho horas, es decir, antes de que lleguen los equipos de rescate de Gran Bretaña y Estados Unidos que están en vuelo.

El AS-28 Priz es un minisubmarino utilizado precisamente en operaciones de rescate, que puede alcanzar una profundidad de hasta 1.000 metros.


"Hay aire suficiente"
"Hay suficiente aire para 24 horas, pero no se deberían tomar demasiado literalmente. Depende de las condiciones físicas de la tripulación y además es una estimación conservadora", dijo el portavoz naval Igor Dygalo.

Aunque mucho menor en escala, el accidente trajo a la memoria el incómodo recuerdo del desastre del submarino nuclear Kursk hace casi exactamente cinco años. Sus 118 tripulantes murieron en el accidente producido en agosto de 2000 en el mar de Barents tras una serie de explosiones a bordo. El mando naval ruso se enfrentó a fuertes críticas por ser demasiado lento al pedir ayuda internacional y no dar suficiente información (Ver página 19).

Ayer, oficiales de la marina rusa informaban al público desde la TV cada hora sobre el atascamiento, aunque cambiando las estimaciones de la cantidad de aire de la que dispone la tripulación, lo que no ayudó a aclarar la situación de la misma.

Rusia, que tiene diez embarcaciones de rescate en el área, pidió ayuda a Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña.

Japón ha dicho que ha enviado a cuatro navíos, aunque tardarían entre tres y cuatro días en llegar al lugar, mientras Gran Bretaña indicó que enviará a su vehículo submarino de control remoto Scorpio, que puede trabajar hasta a 925 metros de profundidad. La nave británica fue enviada en avión desde Escocia y se esperaba que llegue en unas 11 horas.

Por su parte, un portavoz de la marina estadounidense informó que enviaron en un avión un Súper Scorpio, que a diferencia del aparato británico, puede llegar hasta los 1.515 metros de profundidad y que podría operar en Kamchatka en 13 horas.

En Rusia serán anexados a un buque que los llevará al lugar del siniestro, cercano a la península de Kamchatka.

El portavoz ruso Dygalo afirmó que los tripulantes están a salvo y que se les había indicado que pasaran al modo de mínimo consumo de energía mientras esperaban, por lo que deben permanecer acostados.

A casi 200 metros de profundidad, el minisubmarino ruso se encontraba demasiado sumergido como para que la tripulación lo abandone, en una dramática carrera contrarreloj. (Reuters y DPA)
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El minisubmarino fue remolcado ayer un kilómetro.

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