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 sábado, 11 de junio de 2005  
Testamento. Con un ardid hicieron que aún no se cumpla con el deseo de que unas propiedades pasen al Hogar de Ancianos
Quedó firme el procesamiento de una pareja que defraudó a una anciana
Un tribunal de Rosario deberá decidir sobre la situación del matrimonio de San Lorenzo en el caso Ramonita

Marcelo Abram / La Capital

San Lorenzo.- Por falta de apelación quedó firme el procesamiento dictado por el Juzgado de Instrucción Nº12, a cargo de Eduardo Filocco, contra un matrimonio de esta ciudad imputado de quedarse mediante un ardid con las propiedades que una anciana con serios problemas de salud había donado al Hogar de Ancianos.

La medida del juez Filocco fue dispuesta en el marco de la tramitación de una causa penal a instancias de la fiscalía y ahora será un tribunal del crimen de Rosario el que deberá resolver sobre la conducta de Estela Vachieri y Juan Carlos Paulone, la pareja que a través de una cuestionada maniobra confeccionó una escritura con la cual pasaron de ser inquilinos a propietarios de las viviendas reclamadas.

Se trata del sonado caso de la fallecida Ramona Alvarez Domínguez -popularmente conocida como Ramonita-, una mujer analfabeta, con problemas de movilidad y un grave cuadro de hipoacusia, quien oportunamente denunció haber sido despojada de sus propiedades por el matrimonio ahora procesado, que además de inquilinos uno de los cónyugues se desempeñaba como su apoderado.

Ramonita y su esposo, Antonio Trivisono, no tuvieron hijos, vivían de la renta de sus propiedades ubicadas en Riccheri y Colón -frente al hospital de San Lorenzo-. En 1994 ambos decidieron testamentar sus viviendas a favor del hogar de ancianos de la orden franciscana Los Abuelos, pero es buena acción no se pudo concretar porque al momento de fallecer su esposo Ramonita fue alertada por la inmobiliaria que los impuestos estaban a nombre de su apoderado.

A partir de ese dato se descubrió la existencia de una escritura por la cual Ramonita supuestamente había vendido sus propiedades al matrimonio procesado, con la particularidad de que la operación se hacía bajo la figura del beneficio de usufructo. De esa forma, aparentemente, la anciana podía seguir cobrando los alquileres hasta el día de su muerte pero de no haber sido por la advertencia de la inmobiliaria tal vez nunca se hubiese descubierto la maniobra fraudulenta y el matrimonio se hubiera quedado definitivamente con las propiedades que tenían como destino cobijar a ancianos de San Lorenzo.

Como Ramonita aseguró que fue llevada a una escribanía mediante engaño, primero comenzó una causa civil (que aún está en trámite) en el Juzgado de Primera Instancia Civil, Comercial y Laboral de la 1ª Nominación, donde se planteó la nulidad del acto de venta.

Además, por pedido de la fiscalía, el Juzgado de Instrucción comenzó a tramitar la causa penal por la que se determinó el procesamiento de Juan Carlos Paulone y Estela Vachieri al considerarlos incursos en el delito de defraudación en carácter de autores, de acuerdo a los artículo 45 y 173, inciso 3, del Código Procesal Penal.


Uso del engaño
La tipificación de la defraudación consiste en hacer suscribir mediante engaño algún documento -tal como denunció Ramonita- y como consecuencia de ese recurso se habría producido el despojo de las propiedades.

Durante el período de instrucción de la causa se produjeron numerosos testimonios, pericias contables, tasaciones inmobiliarias y constataciones ambientales. Esa etapa judicial permitió al juzgado interviniente tomar declaración a varios familiares de Ramonita, quienes ratificaron el deseo de la mujer de no vender las propiedades y donarlas al hogar de ancianos. También se realizaron inspecciones en todas la propiedades y se citó a declarar a los habitantes de los inmuebles.

Por otra parte, se ordenó una detallada tasación de las propiedades, que ocupan 1.874 metros cuadrados, y que según los Paulone habrían adquirido en 52.000 pesos. Los estudios determinaron que en noviembre de 1996, cuando se realizó la cuestionada escritura y la vigencia de la convertibilidad las propiedades valían unos 176 mil pesos-dólar, pero en la actualidad tendrían un precio de más de 390 mil pesos.

También se realizó una pericia contable mediante la cual no se pudo justificar la procedencia de los fondos que permitieron que los inquilinos pasaran a ser propietarios de la noche a la mañana.

En su momento, el matrimonio procesado informó que vendió un rodado y en 30 mil pesos las llaves de un kiosco que tenían en una de las propiedades. Sin embargo, la persona que alquila esa propiedad y ahora es dueña del mismo negocio declaró que se lo adquirió al comprador de los Paulone en 20 mil pesos, es decir en 10 mil pesos menos de lo declarado, lo que hace inverosímiles los dichos de Paulone.

Además, al expediente penal se incorporaron los resultados de las audiometrías hechas a Ramonita, que al igual que los testimonios familiares ratifican los problemas auditivos que padecía la anciana.

En la última medida tomada por la Justicia civil se rechazó un pedido de nulidad de todo lo actuado que presentó la defensa de los Paulone. Ramonita falleció el 11 de noviembre de 2002, y quienes la acompañaron hasta el final aseguran que hasta en su último aliento aseguró que la habían despojado.
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Una de las casas que Ramonita quiso donar para beneficio de los ancianos de San Lorenzo.


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