El armado sería de adelante hacia atrás

Es sabido que Arsenio Ribeca se fija mucho en el rival para armar sus estrategias. No es la única causa por la cual no pudo armar el mismo equipo durante varias fechas seguidas, porque también padeció bajos rendimientos, suspensiones y lesiones, pero está claro que es una de las principales explicaciones de por qué el entrenador rojinegro no dispuso una alineación táctica contínua. ¿Lo logrará cuando Damián Manso ya esté para el arranque? Es una posibilidad muy concreta.

Con Manso a pleno, no hay dudas de que Ribeca lo quiere de titular. Y como Rubén Capria viene en un buen nivel y Ortega es inamovible, la conformación de ese tridente ofensivo aparece como una fija en el futuro próximo. También habrá que ver qué piensa Ribeca sobre la posición de Manso y si para él también es delantero como lo fue para Américo Gallego, pero todo hace suponer que lo mejor es tenerlo cerca del arco rival.

Con ellos tres en la cancha la ecuación tradicional debería invertirse y la cuestión sería armar el equipo de adelante hacia atrás. En términos prácticos, a Ribeca le quedaría la duda de si conformar un mediocampo como le gusta, con dos volantes centrales, o dejar uno como lo hizo ante Lanús, donde primó la postura de la marca sobre Román Díaz, ya que con esa idea mandó a Ariel Zapata por la derecha.

Una cosa implica línea de tres en el fondo y la otra cuatro. La que más le seduce al entrenador es la primera, pero habrá que ver si con la lesión de Maidana tiene los mejores intérpretes, que hoy serían Spolli, Aguirre y Ré.

Todo está por verse, pero Ribeca parece que tendrá muy pronto entre manos un gran desafío, pero de los lindos.

Capria también estaría en el tridente ofensivo.