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 domingo, 06 de marzo de 2005  
Reestructuración. Amenazan con una lucha judicial a nivel internacional
Los bonistas italianos, en pie de guerra

El representante de bonistas italianos que no adhirieron al canje, Mauro Sandri, advirtió ayer que si la Argentina no reabre el proceso iniciará "una lucha judicial a nivel internacional" para declarar ilegítimo el canje de los títulos en default.

Sandri afirmó que "si la posición del gobierno argentino es la que manifestó (el secretario de Finanzas Guillermo) Nielsen, la única posibilidad que queda es la lucha judicial al máximo nivel internacional".

Nielsen sostuvo el viernes que "la credibilidad (del canje) reside en no ceder ante los holdouts", es decir, ante quienes no adhirieron al cambiar su bonos en default por los títulos nuevos.

El abogado italiano consideró que esta negativa de Argentina a negociar con quienes quedaron afuera "constituye un precedente alarmante para todos los países en deuda".

"Necesitamos una sentencia que declare ilegítimo el canje", indicó Sandri, quien anticipó que en los próximos días va a "realizar una presentación judicial ante la Corte de Estrasburgo para pedir la ilegitimidad del canje".

El abogado italiano remarcó que "no solo hay acreedores italianos que no aceptaron el canje, sino también alemanes y japoneses, con porcentajes del 50 ó 60 por ciento".

Así, concluyó que "este canje significó la reestructuración de la deuda interna, no la externa", y sostuvo que "después de este primer momento de entusiasmo del gobierno argentino, y cuando se analicen más profundamente los datos, se verá que hay un rechazo amplio".

"Habrá un problema de credibilidad de real éxito del canje", vaticinó Sandri, quien precisó que "en Italia, solo el 25 por ciento de los acreedores aceptó el canje. Hay 350 mil ahorristas que no aceptaron".

Mientras tanto, ayer continuaron las reacciones por el canje de la deuda. Entidades industriales manifestaron que, con la salida del default, la prioridad del gobierno ahora deberá ser atender al frente interno y para ello reclamaron una reducción de impuestos que resultan "distorsivos" para la industria.

Así, el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, y el titular de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (Feba), Raúl Lamacchia, coincidieron ayer en afirmar que el éxito del canje "crea una perspectiva importante para consolidar el crecimiento obtenido en los últimos dos años".

Sin embargo, remarcaron que el gobierno debe adoptar medidas en el frente interno que lo consoliden.

"El gobierno debe garantizar que el crecimiento funcione", señaló Méndez, futuro titular de la UIA, quien agregó que "debe haber macro proyectos posibles de realizar. Por ejemplo, una reforma impositiva integral es difícil de realizar en el corto plazo".

En la misma línea, Lamacchia señaló que "después de dos años en que la prioridad fue la salida del default, ahora la prioridad debería ser la eliminación de impuestos regresivos".

En el plano político, también salieron a brindar su opinión el gobernador bonaerense Felipe Solá, el ex presidente Raúl Alfonsín y el embajador argentino en Washintong, José Octavio Bordón.

Alfonsín se manifestó "contentísimo" con el resultado del canje de la deuda y evaluó que los argentinos "tenemos que estar alegres" porque en este tema el gobierno de Néstor Kirchner "ha actuado preservando la dignidad nacional".

Tras considerar que "esto es un hito muy importante para la economía argentina", el ex primer mandatario reflexionó que hay que "agradecer a aquellos que han tenido confianza en la Argentina, que han visto que no estábamos mintiendo cuando decíamos que no podíamos pagar más".

Solá, en tanto, destacó que el proceso de canje de la deuda privada fue "una actuación brillante de Argentina" y, según indicó, la "piedra fundamental" para un nuevo país.

"La salida del default me parece una actuación brillante de Argentina y la piedra fundamental de un país que no tiene, en este momento, una bomba fiscal ni nada parecido que vaya a estallar. No está basado en ningún endeudamiento a corto plazo; es sano", remarcó.

Solá dijo que "no tengo más que palabras de elogio" hacia el resultado de la operatoria y enfatizó que "la quita conseguida fue excepcional".

Por su parte, Bordón resaltó que, luego del canje, "el país se ha convertido en un país normal y los números van a comenzar a demostrarlo", ya que con este proceso "el 90 por ciento de la deuda está normalizado".
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