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 domingo, 06 de marzo de 2005  
Réplica a un mal lector

Mi nota "Censura al Evangelio" publicada el 24/2 fue contestada el 1/3 bajo el título "En respuesta a un lector" cuyo autor evidencia que ha malinterpretado mi artículo y las declaraciones de monseñor Baseotto. Ello lo atribuyo a que por su juventud ha sido víctima de la crisis educativa que padece nuestro país por la cual hay muchos jóvenes que no saben leer lo que leen, es decir fallan en la comprensión de textos, crisis motivada por los docentes que supimos tener y mantener y los gobiernos que supimos elegir, crisis que empeorará con los paros docentes. No me he burlado de nuestro país al calificarlo de república cuasibananera sino que he lamentado y fundamentado brevemente dicha situación, y lo lamento porque por mi edad he vivido cuando nuestro país estaba en las antípodas de una republiqueta. Epoca en que la educación era muy superior y los docentes realmente enseñaban. Tampoco ha comprendido a monseñor Baseotto quien no amenazó de muerte al ministro (no tiene medios para eso) ni tampoco dijo que merecía la pena capital sino que le expresó que su actitud de propiciar la legalización del aborto implicaba apología del delito de homicidio, que su propuesta de repartir gratuitamente preservativos propiciaba la prosmicuidad sexual entre los jóvenes y que ello constituía un grave escándalo que tornaba aplicable la cita bíblica que hizo, cita muy anterior a los llamados vuelos de la muerte por lo que toda alusión o asociación con los mismos constituyó un evidente acto de mala fe del gobierno. Es decir que dicho obispo utilizó una metáfora (la referida alusión de Jesús), se expresó metafóricamente, claro que no todos entienden dicho estilo literario. En cuanto a la muestra de (León) Ferrari la Iglesia ejercitó su derecho de protestar y de recurrir a la Justicia ya que la libertad de expresión no habilita para ofender o ridicularizar. La religión no es mera creencia sino un modelo de conducta, el ámbito de la moral es de competencia de toda religión, las cuales tienen el derecho de opinar sobre cuestiones morales. Y el aborto es un tema moral y también jurídico (el derecho es o debe ser un mínimo de moral) por lo que cualquiera y con mayor razón cualquier religión naturalmente tiene voz. Son repudiables y escandalizan los curas abusadores y asimismo los médicos abortistas, con mayor razón si son ministros de salud.

Raúl Miguel Ghione


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