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 miércoles, 23 de febrero de 2005  
Monstruoso. El público del festival chileno hizo equilibrio entre la ovación y el repudio a los artistas
Viña del Mar disfrutó su fiesta más cerca del escándalo que de la música
Jorge Pardo, Marco Solís, Babasónicos y Diego Torres fueron premiados en el escenario de la Quinta Vergara

Bruno Martínez

Cada vez más cerca del escándalo que del espectáculo, el Festival de Viña del Mar concluyó su 46ª edición con más sombras que luces. Durante todo el encuentro, en el que desde el 16 de febrero se presentaron importantes figuras internacionales, lo relevante pasó por la expulsión de Luciana Salazar -que después fue votada Reina del Festival-, el rechazo al flamante conductor Ricardo Montaner, la llegada tumultuosa de Raphael a Santiago y los movimientos pélvicos de Miguel Bosé.

En lo que respecta a los galardones, el mexicano Marco Antonio Solís consiguió todos los premios que otorga el público, excepto la Gaviota de Oro, y la canción "Mi alma entre tus manos", entonada por el peruano Jorge Pardo, ganó como la mejor de la competencia, a la vez que el cantante fue designado mejor intérprete y se llevó la Gaviota de Plata y 30 mil dólares.

La velada final fue la de mejor desempeño de la dupla conformada por el cantante Ricardo Montaner y su colega chilena Myriam Hernández, ya que ambos abrieron la noche a viva voz. El venezolano interpretó "Tan enamorados" y Hernández, "El hombre que yo amo". Apelando a su faceta musical, por la cual es reconocido por el público chileno, el artista caribeño había domado al "monstruo" (tal como se conoce al público del certamen) y tuvo el mejor desempeño de estos seis días, en que se había visto nervioso por algunos silbidos de reproche tras la abrupta partida de quien había sido el conductor del festival por 29 años, Antonio Vodanovic.

A continuación vino el mexicano Solís, quien marcó el punto más alto del show internacional ya que todo el público (traspasando generaciones y clases sociales) era incondicional suyo y provocó delirio. Apareció vestido de blanco y cautivó al público con su voz y sus canciones como "Invéntame", "Si no te hubieras ido" y "¿Cómo fui a enamorarme de ti?", las que le significaron más de 40 millones de copias vendidas en su extensa carrera.

Las casi 15 mil personas presentes corearon y bailaron sus temas por más de una hora y media de show. Aunque el público exigió y logró para Solís dos Antorchas (de Plata y Oro) y la Gaviota de Plata, no quería dejar partir al azteca y reclamaba además una Gaviota de Oro para su favorito.

Sin embargo, el espectáculo debía seguir y los conductores dieron paso a la competencia internacional y a la mexicana Fey, quien también sufrió los rigores del éxito de su compatriota ya que cantó entre silbidos. De nada le valió sacar sus antiguos éxitos como "Media naranja" o "Azúcar amargo" y parte de los nuevos temas del álbum "La fuerza del destino".

Los silbidos se mantendrían durante más de 40 minutos tras la actuación de Solís y también afectaron al humorista chileno Paulo Iglesias, quien además arrancó con chistes de política y policías, que lo miraron con mala cara. Cerca de 10 minutos estuvo bajo gritos de desaprobación hasta que apeló a la parte emotiva del "monstruo", pidiendo respeto al artista nacional. Después que pudo desplegar su rutina fue premiado con Antorcha de Oro y Plata.

El clima ya estaba calmado cuando llegaba el turno del argentino Diego Torres, artista querido en Viña del Mar, quien abrió con "Deja de pedir perdón" y "Cantar hasta morir", desplegando un repertorio que es bastante conocido.

El cantautor deleitó a sus seguidores que consiguieron que se reiteraran los premios otorgados a Solís, aunque la prensa chilena sostuvo que la Gaviota de Plata contó con la "ayudita" de los animadores.

La versión 2005 del Festival de la Canción de Viña del Mar fue cerrada por Los Auténticos Decadentes, quienes encendieron un carnaval con sus habitual set festivo. "(Loco) Tú forma de ser", "Los piratas", "Raquel" y "La guitarra" fueron algunas de las canciones que entonaron contagiando al público de fervor.

En su éxito "El murguero" fueron acompañados en escena por la modelo argentina Liz Solari (miembro del jurado internacional). La banda liderada por Cucho Parisi consiguió dos Antorchas. Era el broche final de la mayor fiesta musical chilena.

Como una prueba más de lo insólito que fue este encuentro, quien fue más repudiado en la previa terminó siendo premiado. En efecto, Ricardo Montaner declaró al cierre del festival sentirse "muy orgulloso" de asumir el rol de conductor y pese a que fue castigado por la prensa local, fue galardonado con el premio "Amigo de la prensa".

"El balance final es muy positivo. Mi carrera gracias a Dios depende de todo tipo de situaciones que tengan que ver con el arte, es una grata coincidencia que por primera vez en la historia del festival los que hayan subido al escenario sean todos músicos", concluyó Montaner.
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Diego Torres, el argentino más premiado del festival.

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