Sívori: Emotiva despedida desde Italia

En la península siempre lo consideraron el antecesor de Diego Maradona

La prensa y el ambiente del fútbol italiano se vieron particularmente sacudidos por la muerte de Enrique Omar Sívori, quien en sus años mozos supo brillar en la poderosa Juventus, en Napoli y hasta en el seleccionado de ese país, para el que disputó el Mundial de Chile en 1962.

"Adiós, genio", tituló ayer en su portada el tradicional diario italiano La Gazzetta dello Sport.

"Ha muerto Sívori, leyenda de Juventus y del mundo. Tenía 69 años y fue uno de los más espectaculares campeones de la historia", agregó el mismo matutino, que describió al ex crack como "el rey del túnel" por su estilo de juego.

Por su parte, el diario Corriere della Sera publicó la noticia en su portada ("Murió un grande") y en su interior realizó un amplio repaso de su exitosa carrera.

El matutino Il Messagero también se ocupó profusamente de la muerte de Sívori, a quien le dedicó una foto con la camiseta de Juventus en su portada.

Asimismo, el club Viterbo, actualmente en la Serie C2 (Cuarta división italiana), lucirá brazaletes negros mañana en memoria de Sívori, que fuera su presidente en la mitad de los años 80, cuando se denominaba Viterbese.

Además, Viterbo anunció que intentará jugar un amistoso ante Juventus en su honor.

Los restos de Sívori fueron enterrados ayer por la tarde en el cementerio privado Memoria Celestial de San Nicolás.

Allí se dieron cita personalidades del fútbol y River, el club criollo en el que brilló aquí, que estuvo representado por el presidente de la entidad, José María Aguilar.

Gloria del fútbol mundial, Sívori murió a los 69 años de un cáncer de páncreas.

Comenzó su carrera futbolística en River, club del que fue ídolo durante la década del 50. Hizo su debut en la primera división del club de Núñez con tan sólo 17 años y se coronó campeón en 1955 y 1956.

Un año más tarde fue adquirido por Juventus, que pagó una cifra récord para la época. Rápidamente se ganó la admiración de sus hinchas y respondió con goles y títulos: participó del equipo que ganó los campeonatos de 1958, 1960 y 1961 y la Copa de Italia de 1959 y 1960.

En la Juve marcó 135 goles, convirtiéndose en el máximo anotador del certamen de 1960. Y un año más tarde se llevó el Balón de Oro, premio que lo consagró como el mejor jugador europeo del año.

Su endiablada gambeta y su capacidad goleadora lo llevaron a ser convocado para participar en el seleccionado nacional de Italia en el Mundial disputado en Chile en 1962. Antes, en 1957, había conquistado el Sudamericano de Perú con el seleccionado argentino, formando una fenomenal delantera junto a Humberto Maschio, Antonio Valentín Angelillo y Orestes Corbatta.

A fines de la década del 60 llegó su ocaso futbolístico, producto de una seria lesión en la rodilla, cuando formaba parte del Napoli. Pero no se alejó de la actividad y se convirtió en director técnico.

En el país dirigió las inferiores de River Plate, y pasó por Central y Vélez. Además, condujo al seleccionado argentino en la etapa previa al Mundial disputado en Alemania en 1974.

Enrique Omar Sívori se venía desempeñando como asesor futbolístico de Juventus para detectar e incorporar a jóvenes talentos en todo el mundo.

El último adiós a un grande.