Cachorro abandonado

Vivía con Lucía, pero ella murió. Lo recogió Mabel, que tiene ya otros siete, pero Paco le pegaba tanto que escapó. Sin hogar ni cuidados sufre, teme, come poco y salteado pero también se agrupa y retoza con otros como él. Lo conocí la noche del 3 de octubre de 2004. Hacía mucho frío. Estaba hecho un ovillo en la vereda, tiritando y con hambre pero, aun así, animoso, confiado, agradecido a toda muestra de cariño. Desde entonces hago por él, y sus "amigos", cuanto puedo. Pero soy vieja, y son insuficientes mis recursos y los años que me quedan. Ahora él está en un refugio transitorio. Su hoy y su futuro son malos y desdichados. Necesita que seres responsables y amorosos lo elijan para brindarle una oportunidad. Es muy bueno, dócil, inteligente y sensible. Es de la especie humana. Se llama Javier, tiene sólo 8 años y está internado por abandono en la Policía de Menores, a cargo del Juzgado de Menores Nº1. Porque lo amo con todo mi corazón ruego que pidan la adopción o custodia de este nene para criarlo y educarlo. Pero no lo hagan por impulso sentimental, sino por convicción, con reflexión y compromiso. Dios se los pague.

Sylvia Giménez, "abuela

postiza" de Javier