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 sábado, 16 de octubre de 2004

El grupo se presenta esta noche en el Anfiteatro municipal
Café Tacuba: "Disfrutamos mucho de las buenas críticas porque no siempre las tuvimos"
El tecladista Emmanuel Del Real dijo que la banda enfrentó una gran resistencia en sus comienzos

Carolina Taffoni / La Capital

Hace siete años Café Tacuba pasó brevemente por Rosario para dar un showcase en una disco. Entonces, el grupo formado por Rubén Albarrán (voz), Emmanuel Del Real (teclados), Joselo Rangel (guitarra) y Enrique Rangel (bajo) ya estaba considerado uno de los más originales y exitosos de Latinoamérica. Pero ahora los mexicanos vuelven con todo: prestigio, buenas ventas, premios, adoración de los críticos y de sus colegas. Con semejante chapa, la banda presentará su sexto disco, "Cuatro caminos", hoy, a las 22.30, en el Anfiteatro municipal. Antes pasarán por el escenario la cantante mexicana Ely Guerra (a las 20.45) y Los Pericos (a las 21.30). En charla con Escenario , el tecladista Emmanuel Del Real aseguró que el grupo no se pone la camiseta de embajador de su país y recordó la resistencia que el combo enfrentó en sus comienzos.

-¿"Creés que "Cuatro caminos" es un disco más accesible, que los acercó a nuevos públicos?

-Yo no creo que el disco sea más melódico que otros, pero existe un factor de simpleza que la gente ha alcanzado a leer. Con "Cuatro caminos" notamos un cambio de público a nivel generacional. En México y otros países el público se está empezando a mezclar y gente muy joven se aproxima al grupo. Eso nos encanta porque nos renueva, es en definitiva lo que nos va a dar continuidad. El público que empezó con nosotros ahora tiene nuestra edad y tal vez ya no se aventura tanto a ir a los shows.

-Hace poco en Rosario estuvo Molotov, ¿ustedes y ellos son la actual embajada del rock mexicano?

-Nosotros no nos ponemos esa camiseta. Tenemos la suerte de poder llevar nuestra música a otros países. Somos un pedazo de México, pero somos embajadores de nuestra música. Ahora, si esto sirve para motivar a otros grupos, qué mejor. Nosotros y Molotov somos dos buenas muestras del rock mexicano, pero la escena es mucho más grande, es difícil enterarse de todo lo que ocurre.

-¿Qué músicos argentinos los marcaron?

-Muchos, empezando por Charly García. Cuando Soda Stereo llegó a México ayudó a que la escena se abriera. Los empresarios y las compañías disqueras se dieron cuenta de que había mucho público y que la cosa podía pasar por lo que ellos buscan, un negocio, algo rentable.

-En ese sentido, ¿ustedes serían los sucesores del trabajo que hizo Soda en los 80?

-Ojalá lo nuestro tenga esa magnitud, esa importancia. Desde adentro no se puede alcanzar a ver con un ojo tan crítico. Mientras nos dé para seguir viajando y llevando nuestra música a distintos lugares está todo bien.

-Los comentarios sobre Café Tacuba raramente bajan de las cuatro estrellas, ¿alguna vez la crítica les pegó duro?

-Ahora disfrutamos mucho de las buenas críticas porque no siempre las tuvimos (risas). Muy al principio nuestra postura era muy radical, porque decíamos que no éramos un grupo de rock. Eramos un mestizaje de todo lo que había llegado a nuestro país. Al final, tanto decir que no éramos rockeros, terminamos siendo el grupo con más actitud rockera de todos. Tocábamos con instrumentos acústicos, no teníamos baterista, y eso era la antítesis de un grupo tradicional de rock. Pero la verdad era que actuábamos como uno. Eso se puede ver ahora a la distancia.

-¿Cómo recordás ahora los comienzos del grupo? ¿Les costó ganarse un público?

-La verdad que no. Costó tiempo, pero eso no era un fin en el inicio y tampoco lo es ahora. Nosotros nos juntamos a tocar por gusto, para hacer algo que no se escuchaba en ese momento. Fue un experimento que se transformó en divertimento y después en una profesión. En ese trayecto se acercó el proyecto del disco. Y así pasamos de tocar en bares a festivales.

-En el 2001 se tomaron un año sabático, ¿es a veces estresante y rutinario estar en una banda?

-Sí, el entusiasmo y las experiencias maravillosas que tenemos la fortuna de vivir se mezclan con mucho trabajo, mucha interacción, y al final te encuentras en una familia donde hay que aprender a convivir con muchas cosas.

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Los mexicanos mostrarán su sexto disco "Cuatro caminos".

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