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 sábado, 16 de octubre de 2004

La Legislatura deberá aprobar la donación del inmueble de Alem y Gaboto
El gobierno presentó un proyecto de ley para que la Vigil recupere su edificio
Obeid aseguró que pretende entregar la emblemática esquina antes de que termine su mandato

El gobernador Jorge Obeid cumplió ayer con lo que consideró "una reparación a las injusticias y atropellos que se produjeron durante la dictadura militar". Envió un proyecto de ley para que la Legislatura provincial autorice la entrega del edificio de Alem y Gaboto -donde tiene su sede la delegación local del Ministerio de Educación- a los representantes de la ex Biblioteca Vigil, institución educativa que hizo historia en la zona sur de la ciudad hasta que en el 77 el gobierno militar la intervino y se apropió de todos sus bienes.

Obeid anunció la presentación de esta iniciativa en medio de una jornada cargada de recuerdos de la década del 70, donde entregó también un subsidio para la realización de un documental sobre la vida de Angel Tacuarita Brandazza, desaparecido en Rosario el 28 de noviembre de 1972 (ver aparte).

"Quiero que antes que termine mi gestión, en Alem y Gaboto haya un cartel que diga: Biblioteca Vigil", sostuvo Obeid ante un grupo de ex directivos y alumnos de la entidad, minutos después de terminar el acto que se desarrolló en la sede local de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.

En rigor, la iniciativa que ahora tendrán que tratar diputados y senadores pide autorización para donar el inmueble, que ahora es propiedad de la provincia, a la persona jurídica que fue titular de la entidad antes de la intervención o a "la persona jurídica sin fines de lucro que continúe con los objetivos de la institución y cuente con la participación mayoritaria de los ex asociados".

La salvedad está relacionada con las diferencias que surgieron en la comisión para la recuperación de la biblioteca, que mantiene enfrentados a quien fuera su último presidente, Augusto Duri, con otros ex directivos de la entidad como Raúl Frutos y Rubén Naranjo.

En este sentido, Frutos reconoció que "por primera vez el gobierno provincial nos da una respuesta relacionada con la restitución del edificio de la biblioteca", pero al mismo tiempo exigió también la restitución de la personería jurídica de la entidad y la investigación sobre la liquidación de los bienes de la misma.

"Además del despojo de la dictadura sabemos que en el 99 ingresaron en la cuenta de la liquidación 462 mil dólares, y todavía en el 2001 había un plazo fijo de 105 mil dólares y otra suma en cuenta corriente", advirtió el ex vice presidente de la entidad.

La Biblioteca Popular Constancio C. Vigil tuvo su origen en la Biblioteca de la Sociedad Vecinal del Barrio Tablada y Villa Manuelita, y nació como institución autónoma en noviembre de 1959. Al año siguiente se crearon los primeros jardines de infantes y se sucedieron diversas actividades educativas y culturales financiadas por las célebres rifas que impulsó la Biblioteca.

En 1963, la institución inauguró su primer edificio propio de tres plantas que rápidamente resultó insuficiente, entonces comenzaron a comprarse terrenos y viviendas de media manzana para levantar en Alem y Gaboto la construcción de 9 plantas y dos subsuelos donde funcionaba la Biblioteca, la escuela, los cursos de capacitación cultural, la editorial, y hasta un observatorio astronómico.

Además, tenía un predio deportivo en Villa Gobernador Gálvez, donde se realizaban colonias de vacaciones y campamentos. En su mejor época, la Vigil llegó a tener 600 empleados.

En febrero del 77, el gobernador de facto, Jorge Desimone, firmó la intervención de la entidad. Las dificultades para otorgar los premios convenidos en las rifas en pleno período inflacionario fue la excusa para arrasar con la institución.

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Obeid ayer durante el anuncio.

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