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 domingo, 08 de agosto de 2004

Paraguay: recordaron a las víctimas del incendio

Asunción.- "No nos une el amor sino el espanto", decía el escritor argentino Jorge Luis Borges. Sin embargo, más de 20 mil paraguayos hoy se sintieron unidos por el amor y el espanto y realizaron una "Caminata de Solidaridad" en homenaje y recordación a los aproximadamente 400 muertos, medio millar de heridos y 120 desaparecidos que dejó el domingo pasado en Asunción el incendio de un supermercado.

La "Caminata de la Solidaridad" es una actividad que se realiza anualmente orientada a la concientización de los derechos de los niños y recauda dinero para su ayuda. La Fundación que tradicionalmente organiza esta marcha decidió este año convertirla en un espacio de recordación, homenaje y apoyo a las víctimas de la tragedia y sus familiares.

A una semana del voraz incendio, los miles de asunceños unidos por el terror, el asombro y la consternación que les produjo el siniestro caminaron desde cinco puntos diferentes de la ciudad y convergieron en un parque nacional ubicado en las afueras de la capital, en el municipio de Luque.

A diferencia de la alegría y bullicio de otros años, la caminata tuvo un carácter de recogimiento casi solemne.

"Asunción es una ciudad de poco más de 500 mil habitantes: ¿Quién no tiene un pariente, un amigo o un conocido muerto, herido o desaparecido en el incendio?", reflexionó con tristeza María Marta Rodas, de 18 años.

Una amiga suya, Ada Brítez, de 19 años, está desaparecida y durante toda la semana, María Marta recorrió hospitales con los parientes, buscándola. Hasta hoy no la encontraron y tienen la esperanza de que uno de los cadáveres irreconocibles de los más de 50 que todavía quedan, sea el de Ada, "al menos para saber que está muerta".

En el parque nacional se realizó un acto central que duró pocos minutos. La entonación del himno nacional, un breve acto ecuménico del que participaron varias iglesias y un impresionante minuto de silencio acompañado por una trompeta y el redoblar de tambores fueron suficientes para recordar a las víctimas y rendir tributo de la solidaridad de la población.

La gratitud fue expresada a los bomberos, a los médicos, paramédicos y enfermeras, a los estudiantes, a los jóvenes, a los trabajadores de prensa, a la Policía, a las Fuerzas Armadas y a los cientos de voluntarios que siguen colaborando en las tareas de canalizar la solidaridad.

"Esa solidaridad de la población que no cesa y se hace sentir con mayor fuerza cada día", según palabras del sacerdote católico Francisco de Paula Oliva.

Oliva, conocido por participar de campañas de solidaridad material y espiritual con víctimas de situaciones de emergencia, admitió haberse emocionado cuando un lustrabotas de unos 12 años se le acercó para entregarle una pequeña lata de leche en polvo "para los que hoy necesitan más que yo".

El supermercado que se incendió el domingo pasado era uno de los centros comerciales más importantes de Asunción. Al iniciarse el fuego, había unas 1.000 personas adentro que no pudieron salir porque las puertas de salida se cerraron aparentemente por orden de los dueños para que no se produjeran robos.

A una semana de la tragedia, los paraguayos se unieron para pedir, como estaba escrito en un cartel de tela, "Abran las puertas. Sí a la vida. No a la avaricia".

(DPA)

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