Marinos defienden derogación de la bandera de conveniencia

Capitanes y oficiales mercantes consideran que se recuperará la industria naval

El titular del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, Marcos Castro, defendió ayer la decisión del presidente Néstor Kirchner de derogar los decretos firmados por Carlos Menem que permitía a buques argentinos adoptar "la bandera de conveniencia", recuperando para el país los servicios de la marina mercante y la industria naval.

Las nuevas Bases del Régimen de Abanderamiento y Charteo de Buques derogan un decreto del ex presidente Carlos Menem, de manera que los buques nacionales volverán a utilizar la bandera argentina y su tripulación deberá estar compuesta por marinos nacionales. Se elimina así el tratamiento de "extranjeros" que tenían los trabajadores de esos sectores, debido al régimen de bandera de conveniencia.

Castro afirmó que con esta decisión presidencial se da "el primer paso para la reconstrucción de la marina mercante argentina". Al mismo tiempo admitió que la medida "incrementa los costos" de los empresarios del sector pero aclaró que "es el precio entre ser trucho o estar oficializado".

"De ninguna manera se puede argumentar que pagar los impuestos hará inviable la actividad, seguirá siendo rentable", aseguró Castro. El dirigente de los capitanes de ultramar señaló que los empresarios al "pagar los impuestos, como hacemos el resto de los ciudadanos, podrán acceder a beneficios como las promociones que prevé el decreto firmado por el presidente, como por ejemplo importar un buque usado sin pagar derechos de importación".

También indicó que a partir de ahora el "personal embarcado pasa a trabajar bajo la legislación argentina, porque hasta ahora con la vigencia del decreto anterior estaba desprovista de cláusulas laborales".

"Desde el punto de vista de la marina mercante en general es la posibilidad concreta de tener una política de sentido nacional con buques de bandera argentina, la reapropiación del país de su propio tráfico", agregó Castro, quien entre los beneficios señaló que además las embarcaciones argentinas volverán a tener derecho al tráfico reservado para los buques de bandera, como el transporte de combustibles líquidos.

"También se evita pagar fletes al exterior, que estaba hecho por buques extranjeros que eran tratados como argentinos", señaló al tiempo que remarcó que "más del 90 por ciento del comercio exterior argentino es por la vía marítima".

En ese sentido, enfatizó que "el país paga por año 3.500 millones en fletes y podríamos captar entre el 10 y 16 por ciento" de esa suma con la nueva medida.

Hasta ahora los buques de empresas argentinas estaban autorizados a circular con bandera de otros países como Liberia, Panamá o Bahamas, con lo cual quedaban sin efectos los convenios colectivos del sector. (DyN)