"Murió por dar la cara por nosotros"

Todos lo repiten, pero nadie admite haberlos visto ni conocerlos. Aunque aceptan que los comentarios sobre las andanzas de Los Monos y Garompas, las dos bandas que se enfrentan en Las Flores por el control del negocio de estupefacientes, circulan por los vecinos del barrio 17 de Agosto. Tal vez como una muestra elocuente de que el temor se instaló entre los habitantes de la barriada, en la tardecita de ayer la marcha convocada para repudiar el asesinato de María Nazaret Melgarejo no congregó a muchas personas. Y ese fue el argumento de la súplica del padre de la chica asesinada cuando la concentración había llegado a su fin. "No tengan miedo. Si no participamos, está guerra no terminará", exhortó entre sollozos a quienes lo escuchaban frente a la vecinal.

María Inés Cosiansi es la presidenta de la vecinal 17 de Agosto. Es una de las convocantes del acto de ayer. Parece una mujer valiente y está convencida de que la muerte de Nazaret se podría haber evitado si las calles de la barriada fueran recorridas por más policías. "Desde hace casi seis años venimos pidiendo que instalen un destacamento policial, pero hasta ahora no lo logramos. Los móviles aparecieron el día que mataron a la chica y después desaparecieron", afirma.

La mujer también entrega otra idea acerca de los motivos que llevaron al homicida a gatillar el balazo mortal. "A Nazaret no la mataron por una venganza. Lo hicieron porque dio la cara en la televisión por todos nosotros. Ella estaba cansada de la delincuencia en el barrio", señala. Y acepta con resignación que tal vez sea la próxima víctima de quienes actúan con violencia en la zona. "Quizás mañana me maten a mí porque estoy denunciando esto. Ya hubo 17 muertes y nosotros queremos que a nuestros hijos no les pase nada", exclama.

Apoyado sobre una de las ventanas del local de la vecinal, en Arrieta al 1800, un cartel expresa uno de los reclamos que con más énfasis formulan los vecinos. "Basta a la delincuencia. No a las drogas y basta de muertes inocentes". Los hombres y mujeres deciden que llegó el momento de iniciar la caminata. Precedidos por una imagen de Jesús, los manifestantes recorrieron Moreno hasta su finalización casi en el cruce con Circunvalación, frente a un extenso descampado.

Casas de chapas y cinc y viviendas de reciente construcción enrejadas es el escenario que debieron transitan los atribulados manifestantes para llegar a la granja del pasaje 514 al 6300, donde fue asesinada Nazaret. El local está cerrado y su ingreso está bloqueado por rejas. Los vecinos de Las Flores Este reinician la marcha y se detienen frente a la vecinal. Era el destino final. Allí Carlos Melgarejo, el padre de Nazaret, convocó a los vecinos a "sumar más personas para cambiar el barrio. Lo vamos a hacer participando. No estemos esperanzados de que sólo les corresponde a los funcionarios. Tenemos que mostrar que no tenemos miedo. Si ustedes se esconden y siguen cercando sus casas jamás arreglaremos esto". Entonces un grito de "justicia, justicia" tronó en la calle Arrieta al 1800.