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 miércoles, 16 de junio de 2004

Eurocopa: Alemania y Holanda, a mano

Parecía que nunca iba a llegar. Por increíble que parezca, Alemania dejó de ser el equipo pragmático de otras ocasiones, jugó bien, mucho mejor que su rival, pero no ganó y empató 1 a 1 con una Holanda que fue una sombra de lo que marca su historia. Los goles de Frings y Van Nistelrooy sellaron la igualdad de un partido que había despertado expectativas pero que decepcionó por culpa de los naranjas.

Alemania no fue Brasil, claro está, pero sus combinaciones tuvieron sentido, por momentos estética y sobre todo velocidad. Está en pleno proceso de renovación, pensando casi más en su Mundial de 2006 que en la actual Eurocopa. Hay nombres como Friedrich, Lahm, Enrst o Podolski que aún son desconocidos para el gran público, pero que sonarán y mucho en breve.

Holanda, por el contrario, fue un desastre. Dick Advoccat se decidió por un solo delantero a cambio de jugar con dos extremos bien pegados a la raya, pero ni Zenden ni Van der Meyde desbordaron en ningún momento. Por el centro, Cocu intentaba siempre juntarse con Van Nistelrooy, pero los centrales alemanes no dejaban ni respirar al delantero de Manchester United.

En el minuto 30 los alemanes encontraron la recompensa a su esfuerzo. Frings ejecutó un tiro libre desde la izquierda, la pelota cruzó el área sin que nadie llegara a conectar y terminó entrando por el palo opuesto.

En la segunda parte, Holanda mejoró algo con la entrada de Overmars y Sneijder en lugar de Zenden y Davids. Overmars, todo un veterano, puso más ganas que todos los jóvenes juntos. Su único problema se llamó Arne Freidrich. El lateral del Hertha mostró una rapidez y ubicación que explican por qué Voeller lo convocó por primera vez en agosto de 2002, tras sólo dos partidos en la Bundesliga.

Holanda seguía sin convencer y Alemania se acercaba a través de contraataques peligrosos. Hasta que en el minuto 81 Van der Meyde metió un centro desde la derecha y Van Nistelrooy sacó un remate inverosímil para superar a un Kahn que aún se pregunta cómo lo hizo.

De ahí al final no pasó nada más porque Alemania no supo reaccionar y Holanda se conformó con el empate. La situación fue completamente nueva para los teutones, que veían cómo se les escapaba un partido que no sólo iban ganando, sino que merecían ganar. En esta ocasión, probaron su propia medicina. (DPA)

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Van Nistelrooy saluda a Khan al término del encuentro.

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