Año CXXXVII Nº 48420
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 13/06
Mujer 13/06
Economía 13/06
Señales 13/06
Educación 12/06
Campo 12/06


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 16 de junio de 2004

Editorial:
Una declaración incansable

Cuando este viernes el canciller Rafael Bielsa vuelva a sentarse en Nueva York frente al Comité de Descolonización de las Naciones Unidas se producirá un rito ya tradicional, incansable. La Argentina planteará una vez más que la soberanía de las islas Malvinas es irrenunciable, y que es menester reanudar las negociaciones con el Reino Unido.

Este reclamo marca un hilo de continuidad en la política de Estado, cualquiera sea la estrategia a aplicar. Ya se sabe que los consejeros malvinenses nuevamente expondrán el deseo de autodeterminación de los isleños. Y nuestro país, al pedir que las conversaciones vuelvan a instalarse para encontrar una vía de solución a la altura de los tiempos para la controversia que derivó en una guerra en 1982, no hace más que dar testimonio de que su objetivo es indeclinable.

Gran parte de la sociedad tiene frente a la gesta que costó 649 vidas la sensación de que se perdió en lo bélico, pero que en lo espiritual y en la continuación de las tradiciones argentinas no podrá ser borrada. Las tratativas para aceptar que líneas aéreas argentinas lleguen a las islas siguen frenadas. Y los roces y quejas mutuas por episodios que suelen producirse en la zona de exclusión no hacen más que alejar toda posibilidad de diálogo. Muchos familiares se preguntan si podrán visitar e inaugurar el Monumento a los Caídos en Darwin en razón de la renuencia de ingleses y kelpers. Si ese justo deseo, que se gestiona desde hace más de cinco años ante autoridades argentinas y británicas, no prosperara sería una verdadera afrenta. Porque una nación digna se construye con la memoria del homenaje permanente a sus héroes.

Hoy nuestro país, apoyado por los llamamientos internacionales que presionan para que el Reino Unido exprese finalmente su voluntad de reanudar las negociaciones como lo pidieron las Naciones Unidas y la OEA, debe seguir firme en pos de sus convicciones, y sin rencores. Porque en claro debe quedar que el reclamo que formula nuestra nación se hace en el marco de una solución pacífica, justa y duradera. Y para acentuar la determinación puesta en el reclamo cabe recordar una reciente expresión del canciller frente a la expresión de que el conflicto va a tardar 400 años en resolverse: "Tendremos 400 años de paciencia, pero van a volver a ser otra vez territorio nacional".

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados