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 domingo, 23 de mayo de 2004

No brilló por un gol
¿Te acordás hermano?... de Anselmo Estrella
En un clásico de 1953, terminado 0 a 0, Castro le tapó un remate con la punta de los dedos que hubiera significado un triunfo de Rosario Central y por una semana no pudo salir a la calle

Javier Parenti / La Capital

No tuvo más brillo por esas cosas del fútbol. Si aquella pelota que el arquero rojinegro Castro sacó con sus dedos al córner hubiese sido el gol canalla en el clásico de 1953 (0 a 0), quién sabe qué hubiera sido de Anselmo Estrella, aquel wing izquierdo que tras jugar en Central pasó por Atlanta en el ascenso y después fue al fútbol del interior.

Por aquel tiempo muchos decían que se había errado un gol imposible. Pero claro, no existía la televisión para asegurarlo desde varias tomas o con el telebeam. Pero Estrella igual tiene la evidencia: "En El Gráfico se ve y lo dice clarito el pie de foto. Le toqué la pelota por arriba a Castro y él con la puntita de los dedos la sacó por arriba del travesaño. No lo erré, lo desvió el arquero", comenta Estrella mientras disfruta de un café que lo hace recordar aquellos tiempos de jugador auriazul.

"Casi me matan. Estuve una semana sin salir de casa. Y eso que en los diarios de entonces escribieron que Massei y yo habíamos sido los mejores del partido. Así que mirá lo que es un clásico. Lo que significa hacer o no un gol", sentenció Anselmo hoy, a más de 50 años de aquel clásico del 6 de septiembre de 1953, cuando todavía tenía 18 años.

"¿Qué hubiera pasado si esa jugada terminaba en gol? No sé, quizá hubiera sido un ídolo o estado en el recuerdo de la gente. Todo cambia en un segundo de juego, son esas circunstancias del fútbol", dice Anselmo pero sin lamentarse.

Igual, tuvo revancha. No demasiado grande porque fue en un clásico amistoso (2-2), en el 54, con un gol a Masuelli a los 68'. "Justo ese día, cuando hacía el gol, entraba a la cancha la que después sería mi esposa, que jugaba al básquet en Newell's. Obviamente, eso me lo contó después".

Pero su carrera en la primera de Central fue cortita. De sólo 6 partidos. Porque se lesionó luego de su segundo cotejo. "Me lesioné los tobillos en un partido en Mendoza, cuando se me cayó un rival encima" y porque en el 55 "cuando podía tener chances de jugar volvió el ruso Antonio Vilariño de Colombia, que era un fuera de serie. Es más, éramos tres wines, junto a Portaluppi e Intini, y no hacíamos un Vilariño. Y nos dejaron libres".

"Tenía 20 años y me tocó la colimba. Entonces surgió la chance de jugar en Atlanta, que estaba en la B. Y mal no me fue. Hice muchos goles y formé parte del plantel que ascendió a la A en el 56", repasa Estrella, que no pudo terminar el torneo por otra lesión: "Me desgarré ante Colón y no pude jugar más. Volví a Rosario, me operé y me casé".

"Atlanta quiso renovarme el contrato, pero no acepté porque no me quisieron pagar la estadía de ella. Y como me debían 4.000 pesos arreglé quedarme con el pase y me fui a jugar al campo", relata antes de detallar los equipos por los que pasó.

"A Belgrano de Las Rosas fui con mi gran amigo Ricardo Coronel (ex Newell's) y otros once rosarinos. Después jugué en Argentino de Marcos Juárez; Noetinger y Boca de Camilo Aldao; Chañarense; Sastre; y por último en el interno de Provincial, hasta hace 5 años, cuando me tuve que operar la tibia). Pero lo mejor fue en Correa, cuando salimos campeones en el 64", detalla Estrella.

Una carrera extensa y con muchas curiosidades. A punto tal que en el fútbol de AFA sólo lució las camisetas auriazules de Central y Atlanta, y que la casualidad también se dio en que el apodo del equipo bonaerense coincidió con el nombre del equipo de barrio en el que se inició: Los Bohemios.

"Pertenecíamos al barrio San Francisquito y jugábamos el torneo Eduardo Pilla, en cancha de once, la de Racing, donde se armaban torneos impresionantes, con jugadores de primera. Se jugaban los sábados y el domingo iba a la reserva de Central, entonces teníamos resto para jugar seguido, no como ahora", sentencia.

Pero no fue el único equipo de barrio que lo contó en sus filas, ya que también jugó para El Pino, "con el que jugamos el primer torneo Evita y del que guardé la camiseta, que es verde y azul en mitades". l

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Anselmo Estrella jugó como wing izquierdo en Central y después pasó a Atlanta y fue campeón de la B.

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