Año CXXXVII Nº 48396
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Autos 19/05
Turismo 16/05
Mujer 16/05
Señales 16/05


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 23 de mayo de 2004

Botiquín de plantas medicinales
Cómo prepararnos para el invierno

Nuestro cuerpo cuenta con mecanismos de defensa para cualquier situación de desequilibrio: a esto se llama sistema inmunitario. La inmunidad o capacidad de defenderse funciona de diversas maneras. Una es la actuación de los glóbulos blancos que enfrentan a los agentes agresivos para recuperar el equilibrio. Estos se forman en distintas partes del cuerpo y llegan a todo el organismo a través de la sangre y de la linfa que circulan constantemente.

Otra forma de defenderse que tiene nuestro organismo es la fiebre (al aumentar la temperatura corporal se dificulta la reproducción de los microbios). Muchas veces se cree que la enfermedad es la fiebre y que al bajarla se está curando, pero no es así: la fiebre indica que nuestras defensas están en acción, debido a un foco infeccioso, a un proceso viral u a otro desequilibrio. Esto quiere decir que una menor a 38ºC se puede controlar con paños fríos, baños, hidratación oral. Bajarla rápidamente puede producir que desaparezcan los síntomas y que siga la infección. También se corre riesgo de que, a largo plazo, se atrofien los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo.

Siempre es mejor apoyar los procesos naturales y no cortarlos o desviarlos bruscamente. Nuestra disposición mental, nuestra energía a favor de nuestra salud, el ejercitar la respiración, las caminatas de por lo menos media hora (sobre todo para mejorar la circulación linfática) el descanso y la mejora en la alimentación pueden dar excelentes resultados.

El otoño es la estación indicada para incorporar algunos hábitos que nos preparan para el invierno. Tomando ciertas precauciones en esta época del año, estaremos con las defensas altas para evitar los rigores invernales.

Del mismo modo que consumimos ciertos alimentos sabiendo que tienen un efecto benéfico para nuestra salud (por ejemplo los que aportan vitaminas y minerales, verduras, legumbre, lácteos, frutas, manzanas, tomates, cítricos, peras, uvas; cereales integrales como arroz, trigo, cebada, huevo, algunas carnes como pescado, pollo, hígado, riñón, por mencionar algunos). El consumo cotidiano de ciertas plantas medicinales permite mantenernos saludables. Si no es una costumbre habitual en nosotros, podemos incorporarla: reemplazar el café, o gaseosa o extractos de jugos por el consumo de infusiones de hierbas calientes o heladas. Agasajar a nuestros seres queridos con un té de hierbas y deleitarnos probando nuevos sabores. Algunas plantas para que nos acompañen diariamente son:

* Limón: tomar un vaso de jugo con igual cantidad de agua después de las comidas (mejora la digestión y aumenta las defensas). También se puede hacer el cocimiento de un limón durante 5 minutos y tomar una taza todas las noches endulzadas con miel para cuando comienza el frío. Precaución: sacar la cáscara si no conocemos la procedencia del mismo por los insecticidas.

* Menta: tomar en cualquier momento una taza de la infusión de las hojas porque mejora el funcionamiento de todo el organismo.

* Manzanilla y melisa o toronjil: se toman en infusión, son muy buenas como relajantes, para los procesos inflamatorios y para descansar mejor a la noche.

* Yerba mate: tomada en mate es un tónico que favorece el buen funcionamiento del sistema digestivo y provee de vitamina C.

Los citrus son verdaderos aliados, forman un grupo de especies de la familia de las rutáceas oriundas de Asia cultivadas en regiones tropicales, y subtropicales de todo el mundo. También se desarrollan en zonas templadas. Podemos mencionar la bergamota, la lima, el limón, la mandarina, el naranjo amargo y el dulce.

El limón es uno de los medicamentos naturales más importantes y versátiles para uso doméstico. Además de tener efectos curativos es un alimento común con alto contenido en vitamina C que ayuda a mejorar la resistencia a infecciones, resfríos y gripe. También previene muchas enfermedades como las infecciones estomacales, problemas circulatorios y la arterosclerosis (engrosamiento de las paredes arteriales).

Pese a su contenido ácido, una vez que se digiere, tiene un efecto alcalino en el organismo. También fortalece la mucosa interna de los vasos sanguíneos, especialmente de venas y capilares y ayuda a contrarrestar las várices y cerrar las heridas. El fruto entero y en especial el hollejo son ideales para fortalece las paredes de las arterias y evitar la arterosclerosis y el colesterol.

El jugo además de prevenir resfríos, gripes e infecciones, también actúa como tónico para el hígado y el páncreas, abre el apetito, calma la sed y alivia la acidez estomacal, úlceras, artritis, gota y reumatismo. En gargarismos el limón calma el dolor de garganta, la gingivitis (inflamación de la encía) y las úlceras bucales. Externamente puede aplicarse sobre el acné, pieles muy grasas, pié de atleta, sabañones, picaduras de insectos, tiña, quemaduras del sol y verrugas. Es refrescante y reduce la fiebre. Se usa también para las manchas de nicotina en uñas y dientes.

La naranja también es una de las más completas: sus hojas son aromáticas, sedantes y aperitivo. Las flores son espasmolíticas, sedantes y digestivas. El fruto sin madurar es un aperitivo. El jugo de la naranja dulce es tónico, antiescorbútico, antiinfeccioso, antihemorrágico, antiespasmódico, aperitivo, colagogo, digestivo, febrífugo, indicados en el embarazo, el posparto y en las infecciones para aumentar las defensas.

En general se destinan para la alimentación tomada como fruta fresca de estación y también en confituras, dulces o empleando el jugo para preparar refrescos, las naranjadas. No se conocen contraindicaciones para su uso terapéutico. Algunas personas blancas pueden sufrir fotosensibilidad.

Los aceites esenciales o esencias de cítricos también son muy útiles. Por eso se usa tanto en masajes, inhalaciones, en cremas, lociones, baños. Siempre tenemos que tener en cuenta que se utilizan gotas del aceite esencial diluido al 7% en un aceite base que puede ser de almendras, jojoba, sésamo, entre otros. Por ejemplo: en 50 ml de aceite base agregar 14 gotas de aceite esencial de limón.

Griselda Teresa Franchini / Farmacéutica

[email protected]

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados