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 sábado, 24 de abril de 2004

La tragedia en Norcorea se debió a la explosión accidental de dinamita
El balance provisional de víctimas fatales oscila entre 54 y 150. Más de 1.800 viviendas quedaron destruidas

Pekín y Seúl. - El devastador accidente ferroviario ocurrido el jueves en Corea del Norte dejó varios cientos de muertos y miles de heridos, informó ayer el ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano al embajador británico en Pyongyang. Dos vagones cargados con dinamita entraron en contacto con un cable de electricidad tras un cambio de vías y explotaron, lo que causó la destrucción de miles de viviendas en la ciudad industrial de Ryongchon, cerca de la frontera con China. El embajador de Corea del Norte en la sede de la ONU en Nueva York dijo que el accidente se había producido "debido a descuido". La gigantesca deflagración voló completamente la estación de Ryongchon, una ciudad de 120.000 habitantes. Todo el sector "quedó reducido a ruinas, como si se hubiera producido un bombardeo masivo".

La Cruz Roja advirtió que los heridos en el empobrecido país no están recibiendo una asistencia adecuada. Recién hoy, dos días después del incidente, expertos de la ONU y de la Unión Europea (UE) podrán evaluar en el lugar las necesidades y proveer la ayuda adecuada.

El embajador sueco en Pyongyang, Paul Beijer, declaró por su parte a la cadena CNN, tras un encuentro con representantes de Corea del Norte, que la explosión fue provocada por una chispa surgida por el contacto de uno de los vagones del tren con un cable eléctrico. La dinamita estaba destinada a la construcción de un túnel. Reportes previos indicaban que habían chocado dos trenes cargados de combustible.

Lentamente, a lo largo del día, quedó más clara la magnitud de la catástrofe. Primero, la Cruz Roja norcoreana dijo que al menos 54 personas murieron. Sin embargo, la organización humanitaria irlandesa Concern había afirmado haber recibido de fuentes gubernamentales norcoreanas la cifra de 150 muertos y unos mil heridos. Luego, representantes oficiales dijeron al embajador británico que hubo cientos de muertos. El portavoz de la Cruz Roja en Pekín, John Sparrow, sostuvo que "un considerable número de víctimas está bajo los escombros".

"Un gran caos domina en el lugar", señaló Sparrow. Aún no se había logrado extinguir el fuego en la ciudad industrial, según informes de la emisora británica BBC, que mostró imágenes satelitales en las que se podían observar densas nubes de humo sobre Ryongchon, tomadas 18 horas después de la explosión.

El hermético régimen comunista norcoreano, en una rara admisión de necesidad, pidió ayer ayuda internacional para enfrentar el desastre. Un equipo de la ONU, de la Cruz Roja, de organismos humanitarios de ayuda y representantes de la UE viajarán hoy al lugar del siniestro.


Escasez de medicina
Los especialistas consideran muy preocupante que muchos de los heridos se encuentren en hospitales sobre todo de la ciudad fronteriza de Sinuiju, que sufre una escasez de medicinas e incluso de simples vendas. Según la Cruz Roja, la mayoría de los hospitales sólo tiene luz eléctrica algunas horas al día.

La explosión de Ryongchon, una estación de paso en dirección a China, fue potente y destruyó 1.850 viviendas, mientras que otras 6.350 sufrieron daños parciales, según los datos proporcionados por la Cruz Roja norcoreana al comité internacional de la organización. "Algunos vieron una bola de fuego", dijo un habitante del otro lado de la frontera. "La tierra tembló", señaló otro.

Testigos señalaron a la agencia surcoreana Yonhap que la estación de tren se ve desde el aire como si hubiese sido bombardeada. La explosión tras el choque fue tan fuerte que se oyó al otro lado de la frontera, a unos 20 kilómetros, y provocó daños en edificios a 600 metros de la explosión. (DPA, AFP y Reuters)

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Un norcoreano opera una vieja maquinaria de una fábrica cercana a la zona donde se produjo el fatal accidente ferroviario.

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