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 sábado, 24 de abril de 2004

El agro le puso números a su expansión
Según el titular de Agricultura, el sector agroalimentario exportaría por 20 mil millones de dólares en 2008

Leonardo Stringaro

Si todo sale bien y tocamos madera el sector forestal de nuestro país superará con rapidez el 1,7% de participación en el Producto Bruto Interno (2003), que en la última década reflejo inversiones de 2.500 millones de dólares y traspaso a otros sectores divisas por más de 1.000 millones de dólares".

La afirmación es una muestra del optimismo que se palpó en el segundo Seminario Outlook de la Agroindustria Argentina, que se desarrolló a mediados de esta semana en Buenos Aires y reunió a más de 30 producciones con signos de crecimiento para los próximos 10 años. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, estimó que este año el sector agroalimentario exportará por 16.500 millones de dólares y aseguró que esta cifra es una buena base para alcanzar los 20 mil millones en 2008.

"Argentina puede seguir este camino si se analiza la evolución reciente del sector con un nivel de competitividad de la producción que -a mediano plazo- se va a seguir manteniendo", explicó el secretario de Agricultura de la Nación.

El encuentro fue un muestrario de la potencialidad de los principales sectores vinculados al sector agropecuario, incluso más allá de la soja. El sector avícola, por ejemplo, se enfrenta ahora a una performance récord. Tuvo un crecimiento en su faena del 88 % y alcanzó exportaciones (2003) por 40 mil toneladas de pollos, con compromisos para este año que generarán un ingreso de 120 millones de dólares, si Argentina logra exportar 100 mil toneladas en los próximos 7 meses.

A esto habría que sumarle los 34 millones de pollos que el mundo va a necesitar desde el año 2005, como consecuencia de la influenza aviaria (gripe del pollo) y la salida de Tailandia (tercer productor mundial) del circuito de comercialización de este producto.

Hablando de la carne, la vacuna, casi recuperada del flagelo que significó la fiebre aftosa y la caída en las exportaciones que dejaron a nuestro país en el octavo lugar como exportador mundial (con una participación sólo 6% en el mercado mundial), muestra mejores perspectivas. En poco tiempo se reabrirá el mercado de Chile y se da por sentado en el sector un mejor posicionamiento en las ventas hacia Rusia y Marruecos.

Las vacas prometen para el año 2010 una proyección de exportaciones que alcanzará las 800 mil toneladas. Sin embargo, uno de los factores más preocupantes sigue siendo la competencia con la carne brasileña en muchas plazas, sin que se pueda forzar el precio hacia la baja.

A pesar de esto, Argentina recuperará su ubicación del año 1980, cuando era 5 exportador mundial de carne vacuna. También, si quiere seguir el tren de desarrollo, tendrá que definir políticas con un Brasil que en el año 2050 será la tercer potencia mundial, detrás de China y EEUU, seguido por Rusia y la India, en un nuevo bloque comercial desarrollado por medio de la agroindustria.


Competitividad
El agro argentino dio signos de competitividad en sectores que emergieron tan sólo en 10 años. Un caso muy particular, se dio en la producción y las exportaciones de fruta (2003), que son un 70% mayores al promedio registrado a mediados de los 90. Este comportamiento refleja un nivel de competitividad incrementado a partir un tipo de cambio real más elevado y los mayores desarrollos en materia de sanidad vegetal, calidad en procesos y productos.

Para los que evalúan estos segmentos, la corrección de la economía argentina colocó a algunas producciones en una posición competitiva. Así, el sector lechero pudo colocar sus productos lácteos en los mercados externos, contrarrestando el efecto bajista que ejercía la contracción del consumo interno. Se espera que en los próximos años (2004/2009) el período de crecimiento del segmento lácteo refleje tasas del 3% al 4% promedio con variaciones interanuales).

De esta forma, es probable que la lechería nacional pueda equipar la producción récord registrada en el año 1999 (10,300 mill.lts.), recién diez años después de iniciada la última crisis del sector.

Con una tasa de crecimiento en productividad del 7% anual sostenida y un 2% si se analiza el área sembrada, Argentina va a incrementar el uso de fertilizantes para acompañar el desarrollo de los cultivos en las próximas campañas.

Según Miguel Conde Prat, las tendencias "de mínima" indican que si el productor fertiliza a un 50%, el requerimiento de urea va a alcanzar 1,3 millón de toneladas. Ahora, si la fertilización alcanza "un máximo" del 80% de incorporación del productos en el campo, van a ser necesarias 1,7 millones de toneladas para los próximos años (entre el 2007/2010).

Este análisis no descarta que Argentina, en poco tiempo, necesite importar más fertilizantes. Como lo hizo en 2003, con cifras cercanas a las 500 mil toneladas de urea perlada. A futuro, Rusia y Ucrania podrían ser mercados abastecedores de nuestro país, que todavía no alcanza a superar el 1,2 millón de toneladas de producción propia.

Un caso similar se da con el fosfato diamónico, pero con la diferencia que todo hay que importarlo (nada se produce acá) y se espera para el 2010 un consumo de alrededor de 1.200.000 toneladas.

El tercer fertilizante en importancia son los superfosfatos. Su importación se va a triplicar debido al crecimiento de la ganadería y la necesidad del fertilizante para mejorar la producción de pasturas.

En cuanto a herbicidas, el glifosato, que representa el 40% del consumo en el sector agrícola (10 veces más que la atrazina), para el año 2008 necesitará abastecer al país con 140 millones de litros. Y se espera que crezca la producción local de la droga.

Desde la Sagpya se estima que las futuras importaciones para compensar la demanda vendrán de China, EEUU y Dinamarca. En este esquema, el incremento del precio se transformará en una excusa para producir más glifosato y pensar en un país (Argentina) líder en producción y exportación en pocos años.

El aumento del área sembrada con tecnologías como la SD y las nuevas variedades transgénicas resistentes (Maíz RR) van a ser el factor determinante que dispare ese 33% promedio que en las últimas campañas se empleó en las tareas agrícolas.

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Los panelistas expusieron las potencialidades de los principales sectores vinculados al campo.

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