Año CXXXVII Nº 48222
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Campo
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 26/11
Autos 26/11
Turismo 23/11
Mujer 23/11
Economía 23/11
Señales 23/11


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 29 de noviembre de 2003

Le pegaron un tiro en el cuello a un motoquero de 21 años
Otro ataque salvaje contra un cadete, esta vez en La Florida
Pablo Salvatarelli iba a entregar helados en una casa y lo balearon para robar su moto. Se salvó de milagro

Nuevamente un cadete fue blanco de un robo demencial. Una semana atrás, en el sudoeste rosarino, un muchacho que repartía medicamentos fue asesinado porque se resistió al robo de su moto. Antenoche, otro motoquero fue baleado porque, al parecer, quiso evitar la entrega de su rodado. Ocurrió en el barrio La Florida y el joven fue internado en el Hospital Centenario con un tiro en el cuello. Su estado, por capricho del azar, no reviste gravedad.

Pablo Salvatarelli trabaja como cadete en la heladería Peña de Ricardo Núñez 503. Cerca de las 21.30 del jueves, los propietarios de una casa ubicada en Valentín Gómez al 2700, en el cruce con Vieytes, pidieron helados. Hacia allí fue el muchacho con su moto. Según contaron algunos vecinos, apenas llegó a ese domicilio entregó el pedido.

Hacía un rato que un pibe estaba sentado en la vereda de una casa lindante. Cuando Pablo se disponía a poner en marcha la moto, el joven que observaba sus movimientos se levantó de un salto y se le acercó. Según contó la madre de Pablo, primero le apuntó con un arma a la cabeza y le ordenó que le entregara la motito.

El joven trabajador se bajó del vehículo y le dijo que se la llevara. Después intuyó que podía resistir el atraco. "Le corrió la mano con la que sostenía el arma y lo empujó", explicó la mujer a Canal 3.

Pablo inició una alocada carrera a pie por Vieytes en dirección a Zelaya. Detrás de él iba el maleante, que gatilló y el arma escupió cuatro proyectiles. "Mi hijo se dio vuelta y un tiro le pegó en el cuello", narró la madre.

A duras penas, Pablo caminó herido hasta el cruce con Zelaya y le pidió ayuda a una mujer. Le dijo que lo habían baleado, pero en un primer momento la vecina no le creyó. Apareció una chica que lo recostó en el suelo hasta que una ambulancia de una empresa privada de emergencias lo trasladó al Hospital Centenario.

Una médica de ese centro asistencial indicó que el balazo ingresó en "la cara lateral del cuello" y que su situación clínica era estable.

Mientras tanto, el ladrón ya se había apoderado de la riñonera de Salvatarelli en la que tenía la recaudación. Los estampidos alertaron a varios vecinos que salieron a la calle, mientras el ladrón intentaba en vano arrancar la moto. Una chica con desesperación exclamaba que le estaban robando al muchacho.

Entonces, el ladrón cuando se vio acorralado por los habitantes de la barriada y ante la imposibilidad de llevarse la moto, escapó a pie. Atravesó las vías y, según los vecinos, corrió en dirección a la villa La Cerámica, a unas tres cuadras.

Al parecer, el maleante que atacó a Pablo ya había elegido a otra víctima para cometer el atraco. Había llamado a una pizzería para pedir un delivery y dado el domicilio de una casa cercana a donde ocurrió el violento episodio. El cadete llegó después que Salvatarelli y se salvó del atraco.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Salvatarelli fue internado en el Centenario.

Notas Relacionadas
Cuando nada puede ser explicado


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados