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¿Cuánto es el costo real de la sequía?

El escenario de lluvias escasas en la mayoría de las áreas productoras argentinas traería como consecuencia una producción para la campaña próxima por debajo de la que se había estimado en julio de este año. Sin embargo, el alza en los precios internacionales amortiguaría las pérdidas en el valor de producción.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) había estimado en julio de este año la producción argentina campaña 03/04 de trigo en 14,5 millones de toneladas, de soja en 37 y de maíz en 16.

Tras las condiciones poco favorables del clima en Sudamérica y el atraso en la siembra del maíz, el Usda modificó en noviembre esas estimaciones. Teniendo en cuenta que muchos productores reemplazarían parte del área destinada inicialmente a maíz por soja y la sequía en algunas áreas trigueras, bajó las proyecciones para los cereales y subió la estimación para el cultivo de soja

El resultado del cambio en esas proyecciones se resume en una baja de 2,5 millones de toneladas que representa una pérdida de 138 millones de dólares a los precios FOB actuales.

Sin embargo, las proyecciones locales no son tan optimistas. La Secretaría de Agricultura estimó para trigo una producción entre los 11,3 y 11,8 millones de toneladas. Esta estimación está casi 2 millones por debajo de la del organismo oficial norteamericano.

En el caso de la soja, Oil World proyectó que Argentina producirá en la próxima campaña entre 34 y 36 millones de toneladas, por debajo de los 37 millones que había estimado anteriormente y en línea con algunas estimaciones privadas locales que rondan los 35,5 millones.

Además, algunos cálculos privados recortan 1 millón la proyección del Usda para maíz, ubicándola en 13 millones desde los 15.5 producidos la campaña anterior.

De concretarse estas proyecciones, la pérdida en producción, desde las estimaciones previas a la sequía, asciende a 8 millones de toneladas e implica una disminución de ingresos de alrededor de 1.300 millones de dólares a los precios FOB actuales.

Pese a las bajas desde lo proyectado, el alza en los precios internacionales provoca un aumento de ingresos respecto de la campaña pasada y una mayor recaudación fiscal por retenciones para el gobierno nacional.