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 sábado, 20 de septiembre de 2003

Internaron en el Borda al patovica que descuartizó a su pareja

Buenos Aires.- El patovica acusado de descuartizar a su novia no pudo ser interrogado debido a su actual estado emocional. Por orden de la Justicia, fue alojado en el penal del hospital neuropsiquiátrico Borda.

La decisión fue tomada por la jueza de instrucción porteña Alicia Iermini, luego de que especialistas del Cuerpo Médico Forense evaluaran a Jorge Camejo, de 31 años, y concluyeran que no estaba en condiciones emocionales de ser indagado por el homicidio de Vanesa Navia, de 24 años.

El imputado, un "personal trainer" y seguridad de un boliche de Recoleta, será revaluado en los próximos días con el objeto de determinar si su estado anímico es producto de la situación por la que atraviesa o si tiene problemas psicológicos por los cuales podría ser declarado inimputable.

Esa circunstancia se suma a que la noche anterior, cuando se cometió del crimen de Navia, se sospecha que Camejo pasó cerca de 12 horas horas seccionando con cuchillos y tijeras el cadáver de Navia. El hombre, de 31 años y de nacionalidad uruguaya, fue detenido el jueves cuando intentaban salir de la casa que compartía con su novia, en Ecuador 765, del barrio porteño de Balvanera, con dos bolsos en los que llevaba el cadáver de su novia cortado en 12 partes.

Si bien aún no se determinó cómo fue asesinada Navia antes de ser descuartizada, los pesquisas no descartan que el ataque la haya tomado por "sorpresa", tal como indica la falta de signos de defensa por parte de la víctima.

De los análisis de vísceras y demás estudios complementarios a la autopsia surgirá si la joven instrumentista y profesora de gimnasia estaba adormecida o inconsciente al momento de ser asesinada. De establecerse que la chica fue adormecida, la situación del acusado -si es que se lo considera imputable- se complicaría aún más, ya que habría elementos para sospechar que planificó el homicidio.

Lo que llama la atención de los investigadores es que la casa que habitaba la pareja y donde se cometió el crimen estaba en perfecto orden, sin rastro de lucha o violencia alguna. Según los dichos de los habitantes del edificio, Camejo y Navia mantenían fuertes peleas, incluso en la vía pública. Las fuentes agregaron que Camejo tenía un perfil violento y que en varias oportunidades había golpeado a la chica, mientras que Navia también tenía un carácter "muy fuerte". (Télam)

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