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sábado,
24 de
noviembre de
2007 |
Silvera alivió a Rosario
El partido se moría. San Lorenzo intentaba pero sin la enjundia de un equipo que lucha por objetivos importantes. Pero iba e iba. Olimpo se atrincheró completamente y las manos de Cauterucchi le permitían aguantar el buen punto que se llevaba del Nuevo Gasómetro. Hasta que Adrián González desbordó por derecha, mandó un centro que pasó al arquero y Silvera, por el otro lado, lo mandó a la red con un frentazo. El gol se gritó en el Bajo Flores, pero también en Rosario, ya que los bahienses volvían a bajar a descenso directo.
Es así. En cada fecha hay varios partidos de importancia para Newell’s y Central, y el que inició la 17ª era fundamental. Olimpo venía de ganar dos partidos al hilo y de salir de los dos últimos lugares de la tabla de promedios y era esencial que no se recuperara tanto. Por eso la derrota alivió la situación de leprosos y canallas.
Olimpo venía de vencer en Jujuy y al propio Newell’s en adición al. Y con ese estado de ánimo le planteó un partido de igual a igual a San Lorenzo, que ya nada tiene que hacer en este Apertura y por ende la relajación es inevitable.
Así en la primera mitad de la etapa inicial, el equipo de Saporiti tuvo sus chances. A los 3 minutos, un zapatazo de Leandro González rompió el palo derecho de Orión. Y por varios minutos merodeó el área santa.
San Lorenzo empezó a emparejar por obligación y luego superó territorialmente a un rival que para el complemento eligió meterse atrás, cometiendo un pecado capital, ya que el once de Ramón Díaz estaba más vulnerable que nunca.
En la primera mitad San Lorenzo tuvo una clara de Silvera que tapó Cauterucchi pero fue puro barullo. Recién en el último cuarto de hora del partido jugó casi siempre en campo rival, el arquero volvió a tapar un remate envenenado, esta vez a Montillo, y el gol fue el premio a esa búsqueda y a la errada mezquindad de Olimpo. Newell’s y Central, agradecidos, sobre todo a Silvera. l
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