Yo creo

“El avance de las cabezas huecas en TV”

Pedro Squillaci / Escenario

“Somos la nueva generación de la tele: provocadoras y más naturales”. Así reza la tapa de la revista Gente con la imagen de cuatro bellezas mediáticas: Luli Fernández, Brenda Gandini, Chachi Telesco y Carolina Oltra. ¿Cómo? Ah, que no son conocidas, y, sí, en verdad sus nombres no integran la lista de alumnos de la Escuela de Arte Dramático, ni mucho menos son grandes estrellas de la conducción o la animación de la pantalla chica y menos aún renombradas periodistas de los canales líderes. Eso sí, estamos hablando de cuatro muchachas que desfilan por las tapas y páginas centrales de las revistas más osadas y de las otras, vestidas para no ir al Polo Sur, al menos que tengan ganas de pescarse una pulmonía importante. Lo paradójico es que estas señoritas, conocidas como modelos, por ser caritas lindas o por aparecer en un video porno en Youtube (Chachi Telesco), son aceptadas socialmente por gentileza de la productora de Marcelo Tinelli, como “la nueva generación de la tele”. Parece de la era mesozoica recordar que hubo una vez una televisión con programas como “Cosa juzgada”, con temáticas comprometidas, donde actuaban mujeres también, pero eran Norma Aleandro, Barbara Mujica o Marilina Ross. También, más acá en el tiempo, hubo programas con códigos más barriales como “Gasoleros”, donde copaba la escena Mercedes Morán. Pero nadie salía en la tapa de Gente. O bien existían ciclos como “Vulnerables” o “Culpables”, pero, claro, por más que sus bellezas sean superlativas, Julieta Díaz, Inés Estévez y Soledad Villamil no venden tanto como estas ignotas señoritas de Tinelli. Sí, es verdad, son excelentes actrices y las otras, las que se hacen llamar “provocadoras y más naturales”, dicen “la mesa está servida” y tienen que estudiar el libreto en el mayor de los silencios porque podrían equivocarse. “Lo que ves es lo que hay”, dice Charly García, y el conformismo suena a un avance de las cabezas huecas. A defenderse.