Paraguay no tuvo piedad con Ecuador

El elenco dirigido por el rosarino Martino dio cátedra en suelo guaraní

Lo aplastó sin piedad. Fue una aplanadora. De principio a fin. Paraguay despachó ayer a un endeble Ecuador en el Defensores del Chaco. Fue 5 a 1. Pero a juzgar por la exhibición que ofreció el elenco dirigido por el rosarino Gerardo Martino, el marcador pudo haber sido más abultado.

   La vieja fórmula del ataque aéreo otorgó beneficios a Paraguay. A los nueve minutos un córner lanzado por el polifuncional Claudio Morel Rodríguez al corazón del área fue conectado con un cabezazo por Haedo Valdez para abrir el marcador. Y antes de la media hora, otra vez a la salida de un tiro de esquina de Morel, Riveros aprovechó para lograr la segunda conquista del conjunto anfitrión ante el delirio de todos los paraguayos.

   Al festín albirrojo se unió Roque Santa Cruz a los 50 minutos con un disparo cruzado a media altura. Aunque el autor intelectual del tanto fue Enrique Vera con una habilitación a ras del piso desde unos 20 metros. A los 83 Ayala marcó el cuarto, y a dos minutos del final Riveros anotó el quinto.

   El tanto del honor ecuatoriano, que dicho sea de paso dejó sin invicto al arquero leproso Justo Villar, lo consiguió Iván Kaviedes a diez minutos del final.

   El juego comenzó con media hora de retraso por un apagón que sólo afectó al estadio debido a un desperfecto en la máquina generadora de electricidad propiedad de la Asociación Paraguay.

   Paraguay atacó de entrada sin cesar y no lo dejó ni respirar a Ecuador. En nueve minutos fabricó cuatro jugadas de riesgo y una de ellas fue la apertura del marcador. De entrada se presagiaba un final feliz.

   Ecuador equilibró fugazmente las acciones. Pero no pudo torcer el rumbo de la historia porque los guaraníes estaban endiablados y muy enchufados. De hecho, el resultado final marca la realidad de uno y otro en la actualidad.

   Los paraguayos festejaron el resonante triunfo. Pero el Tata Martino y compañía saben que el próximo miércoles tendrán un duro escollo porque deberán visitar en Santiago de Chile al equipo de otro rosarino: Marcelo Bielsa.