Portazo en el Consejo de la Magistratura

Renunció el representante de los jueces en protesta por los pliegos enviados por Obeid

Marcelo Carné / La Capital

Mientras ayer se integraron el flamante ministro Daniel Erbetta y el procurador Agustín Bassó a la primera reunión de acuerdo de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, la intempestiva renuncia del representante de los jueces en el Consejo de la Magistratura abrió un nuevo frente de tormenta en el epílogo de la gestión de Jorge Obeid.

   El sonoro portazo del camarista Enrique Müller, representante del Colegio de Magistrados en el órgano asesor del Poder Ejecutivo en la confección de las ternas de postulantes a jueces y funcionarios de la Justicia provincial, se originó en un cambio de criterio de la Casa Gris en la remisión del pliego de una aspirante a camarista en los Tribunales santafesinos sin respetar el orden de prelación establecido.

   En declaraciones periodísticas, el titular de la entidad que nuclea a los magistrados santafesinos, Daniel Rucci, trató de poner paños fríos a la conflictiva situación: afirmó que el directorio de la entidad que preside se reunirá con Müller para analizar los motivos de su dimisión y no descartó que éste revea su declinación.

   Rucci acaba de reemplazar en la presidencia del Colegio de Magistrados al flamante procurador Bassó.



Otra polémica. Lo cierto es que la agitada etapa de la transición tuvo ayer un nuevo capítulo polémico a partir de la remisión, por parte de la Casa Gris, de 25 pliegos para cubrir vacantes en distintos juzgados de la provincia. Entre ellos, 19 correspondientes al denominado banco de suplentes previsto para reemplazar temporariamente a magistrados que por diversas razones (renuncia, fallecimiento, etcétera) dejan sus cargos.

   Entre los seis pliegos restantes, la propuesta del Ejecutivo contemplando el ascenso de la jueza de primera instancia Julia Gandolla a camarista de circuito provocó la reacción de Müller.

   Fue así, abierta, su disconformidad con la decisión del Ejecutivo de no respetar el orden de mérito establecido en la etapa de selección previa en la terna que integraban Francisco Cecchini, Gandolla e Indiana Iterman.

   La propuesta de la postulante que ameritó el segundo lugar de la terna no sólo provocó el cortocircuito con el Colegio de Magistrados sino que la tormenta política desatada obligó a la propia Gandolla a dar un paso al costado renunciando a su polémica postulación, en sendas notas enviadas a la Legislatura y al Poder Ejecutivo. l