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 jueves, 08 de noviembre de 2007  
Dicen que Lemos tenía una lista con diez personas para matar

Santa Isabel.- El padre del joven condenado por la muerte de Pedro Rafael Lemos, ocurrida en el 2005, aseguró hoy que el hombre que mató a tres personas para vengar el crimen de su hijo tenía una lista con diez nombres para matar.

“Lemos tenía una lista con diez personas para matar”, dijo esta mañana Orlando Arangel, quien salvó milagrosamente su vida anoche porque Pedro Lemos no lo encontró en su casa hasta la que supuestamente llegó para matarlo.

Además, Arangel dijo que Lemos siempre fue un hombre violento y relató que una vez hirió a balazos a un vecino de Santa Isabel que le debía dinero por un alquiler.

“Esta no es la primera vez que pasa algo con este hombre. Una vez le pegó dos balazos a otro hombre porque le debía plata de un alquiler”, dijo Arangel.

Respecto a su hijo, llamado Héctor Arangel, el hombre explicó que está detenido en la Unidad Regional 8, acusado “injustamente” por el homicidio de Pedro Rafael Lemos, ocurrido en noviembre del 2005.

“Muchos lo están acusando de ser un asesino, pero fue un accidente, como le podía pasar a cualquiera. Fue una fatalidad, salió el tiro y lo mató a este chico”, agregó Arangel.

Fuentes policiales confirmaron que el muchacho detenido está alojado en un calabozo de esa unidad regional con asistencia psicológica y psiquiátrica, debido a que ya fue informado que su madre fue asesinada por Lemos. (Télam)


El asesino "estaba tranquilo", dice testigo
Un testigo de los crímenes dijo que el asesino se mostró “tranquilo, con sangre fría” al matar a la jueza de Paz en la localidad provincial de Santa Isabel.

En diálogo con el canal de cable TN, Mauricio dijo que presenció los disparos que acabaron con la vida de la jueza estando a media cuadra y que luego vio cuando el hombre salía tras haber cometido el asesinato “lo más tranquilo: hizo la de él”, graficó.

“Algo alcancé a ver. Estaba a media cuadra, en una verdulería de un primo mío, sentado afuera en un banco y escuché un par de disparos. Miramos a la farmacia (donde el criminal terminó su faena), se alcanzó a ver los fogonazos y que le disparaba a una persona”, relató el testigo.

Prosiguió relatando que, previo al descenlace del espisodio, la víctima “se metió corriendo en la farmacia y él atrás con el revólver. Allí se siguieron escuchando disparos, tiro la moto, me quedo quieto en la pared, por las dudas. El se calza la pistola, se sube a la moto y sale tranquilo”.

“Fue a matar a esa persona y nada más, porque se encontraban otras personas en la farmacia. Después, salió lo más campante derecho al cementerio (donde se suicidó frente a la tumba de su hijo), y veo que estaba la jueza tirada ya sin vida, con un balazo en la nuca. Le digo a la señora (dueña del local): llame a la policía, la ambulancia no tiene nada que hacer”, señaló.

Mauricio ratificó, por otra parte, que “en (Villa) Cañás, mató a la madre del que le mató al hijo y al marido nuevo que tiene, y vino acá a (Santa) Isabel a matar al padre, pero no lo encontró”.

Al preguntársele por qué el hombre habría reaccionado de esa manera, el testigo comentó que el asesino de su hijo había sido condenado a cuatro años y, pasados los dos primeros, estaba en condiciones de salir los fines de semana: “el padre no superó eso”, arriesgó.
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