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jueves,
08 de
noviembre de
2007 |
Rebelión de cerealeros en Santiago
Los guardiacárceles del penal de Santiago del Estero donde murieron asfixiados 32 presos elfin de semana pasado se rebelaron ayer ante la llegada de las nuevas autoridades penitenciarias federales designadas por el gobernador Gerardo Zamora.
La protesta duró una hora y derivó en la entrada a la cárcel de grupos especiales de la policía santiagueña y de bomberos para garantizar la seguridad.
A la medida de los agentes del Servicio Penitenciario provincial también se sumaron los médicos, enfermeros y psicólogos de la unidad carcelaria. El malestar no sólo era por la decisión del gobernador de colocar nuevas autoridades sino también con un informe que dio a conocer y en el que indica que el motín fue consecuencia de un intento de fuga frustrado, lo que los manifestantes niegan.
Los profesionales. La psicóloga Silvia Rodríguez, del área médica del penal, dijo a la prensa que “al ingresar a trabajar, presos armados amenazaron de muerte a guardiacárceles y profesionales”. La población carcelaria reaccionó porque niega la versión oficial acerca de que la tragedia se desató durante un intento de fuga y temen que a ellos le pase lo mismo que a los presos fallecidos”, añadió.
Los guardiacárceles se negaron durante más de una hora a acatar las órdenes de las nuevas autoridades enviadas por el Servicio Penitenciario Federal (SPF). Ante la medida , un centenar de efectivos de la Guardia de Infantería, del Grupo Especial Getoar y los bomberos entraron a la cárcel.
En tanto, alrededor de la unidad medio centenar de familiares de reclusos se concentró a reclamar por la falta de contacto con sus allegados, ya que no les permiten recibir visitas.
El lunes el gobernador Zamora echó al director del penal, alcaide mayor Rodolfo Camaño, y creó una comisión a cargo del SPF que se hará cargo de la cárcel hasta que se determinen las causas que provocaron la tragedia. Zamora afirmó que, de acuerdo con los informes oficiales, los reclusos murieron tras “un intento de fuga que fue controlado y posteriormente una protesta que motivó una requisa”, la cual derivó en el incendio de colchones.
Versión de un preso. Esa afirmación fue negada por los presos, quienes aseguran que la revuelta fue en respuesta a la represión por un reclamo por las malas condiciones carcelarias y el maltrato a las visitas. Uno de los presos que recuperó su libertad, Rodolfo Martín Silva, adujo que “la guardia inició el incendio cuando los compañeros del pabellón 2 se quejaron por las excesivas requisas a las niñas que venían a visitarlos”.
El hermano de “Monito” Silva, uno de los que murió asfixiado, dijo que durante la revuelta “los guardiacárceles entraron, prendieron fuego y los dejaron encerrados en el pabellón”. l
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