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jueves,
08 de
noviembre de
2007 |
Un escándalo de sexo y discriminación salpica al Ejército chileno
Santiago. — Un caso de discriminación sacude al Ejército chileno, luego de que una subteniente denunció ayer que fue dada de baja por guardar en su computadora fotos en las que aparece teniendo relaciones sexuales con su novio, también militar. La joven ex uniformada, de sólo 23 años, añadió que además durante su paso por la institución sufrió episodios de bulimia y anorexia, debido a los malos tratos. “En la Escuela Militar a las mujeres nos decían que éramos gordas, que éramos unas vacas, nos pesaban todos los viernes. Bajé 20 kilos en un mes y medio”, relató Marisol Vargas a la versión on line del diario El Mercurio.
La ex subteniente agregó que la situación se hizo insostenible cuando fueron robadas sus fotos personales de la computadora, para luego ser difundidas entre camaradas de armas. “A mí me llamaron de distintas unidades del Ejército preguntándome por qué me sacaba ese tipo de fotos, incluso inventaron que también había un video”, dijo.
Baja castrense. Añadió que tras el incidente, la institución la sancionó con una amonestación por actitud poco criteriosa y posteriormente un informe médico del Ejército determinó que la joven oficial padecía de bulimia y que su estado era incompatible con la función militar, por lo que fue dada de baja. Su novio, con el cual debía contraer próximamente matrimonio, fue trasladado a una inhóspita zona austral. “Los superiores de mi novio le prohibieron casarse conmigo. Dijeron que yo era una mujer poco criteriosa, que no reunía todas las características que tenía que tener una señora de oficial y por lo tanto lo alejaron de mí, lo mandaron destinado a la austral ciudad del Porvenir”, relató Vargas. No obstante afirma que nos vamos a casar igual. “No vamos a permitir que violen nuestra intimidad y que nos impidan casarnos”, dijo.
En Chile, de hecho, existe la práctica de que los matrimonios de los miembros de las fuerzas armadas deben ser visados por la institución.
Por todo esto, y pese a sentir mucho cariño por la institución, la joven dijo sentir miedo de permanecer en la fuerza, por lo que no realizará acciones para revertir su baja. “Yo no quiero quedarme en el Ejército porque ya me da miedo, porque en mi corta carrera ya me enfermé de bulimia, de anorexia y ahora encima me violan mi intimidad. ¿Qué me espera para más adelante?.
Sin embargo, el Ejército refutó la versión de la subteniente, y afirmó que las fotos privadas no se difundieron entre los camaradas de la joven. Aseguró que las fotos fueron descubiertas en una revisión de rutina, previamente autorizada por Marisol Vargas, y que ella misma las eliminó. Acerca de la sanción, la fuente explicó que se ajusta a los criterios castrenses, porque se trata de una oficial que debe cuidar su imagen y liderazgo.
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