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jueves,
08 de
noviembre de
2007 |
No son pobres
ni villeros
Ante el lamentable hecho de la semana pasada en el teatro El Círculo quiero resaltar que no fue producto de unos "negritos villeros falopeados por el efecto del paco o el pegamento", sino que quienes llevaron a cabo semejante acto de salvajismo e ignorancia (por desconocer dónde se encontraban) fueron "niños bien", de padres de clase media alta. Los medios de comunicación de la ciudad sólo mostraron el hecho como un acto más de una juventud cada más descontrolada y totalmente desahuciada. El acto es absolutamente repudiable pero es hora de que los que tienen en sus manos la oportunidad de modificar esta coyuntura empiecen por abrir el debate educativo y que de una vez por todas la Argentina recupere ese nivel pedagógico, formativo y didáctico en todos los niveles de la docencia que logró en otras épocas este bendecido país y que dejemos de creer que dosis foráneas nos harán más y mejores personas porque la realidad demuestra lo contrario. Además, espero que a aquellos que llevan el fascismo en su sangre este acontecimiento les haga rever su postura porque la droga, el alcohol y las distintas sustancias alucinógenas se han diseminado en toda la sociedad sin importar el nivel económico. Ojo, no quiero acotar diciendo "no toda la juventud es lo mismo", sino que me hago cargo de lo que pasa porque todos somos responsables de la situación y es momento y hora de que empecemos a construir aquel país que fue ejemplo en toda la querida América latina
Nicolás Orsolini, DNI 26.615.209
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