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sábado,
03 de
noviembre de
2007 |
Los turistas también se quejan
Pedro, el vecino de la zona del Monumento que hace una semana debió cubrirse el torso en el Pasaje Juramento, contó que mantuvo una charla cordial durante varios minutos con el gendarme que le impidió tomar sol. “Reconoció que a ellos también los incomoda decirles a los turistas que no pueden estar con el torso descubierto, y que muchos se enojan”.
Para Pedro, “están bien” algunas disposiciones que rigen para quienes visitan el Monumento. “Sé que no se puede andar en bicicleta, patines, skates o jugar a la pelota. Tampoco comer. Estoy de acuerdo porque se puede dañar el lugar. Pero también me contaron que muchos turistas se disgustan cuando les dicen que no pueden recorrerlo sin remeras”, recordó.
Cuando La Capital consultó a la directora del espacio público, Graciela Greppi, sobre qué diferencia hay entre Pedro y las personas que se quitan sus remeras durante los conciertos masivos que se organizan allí, la funcionaria respondió: “Son recitales, el Monumento es para que lo viva la gente”.
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