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sábado,
13 de
octubre de
2007 |
Amenazada, la mujer que mató a un ladrón se mudó
Buenos Aires.— La mujer que persiguió y mató el miércoles pasado a un ladrón que entró a robar a su casa de la localidad bonaerense de Villa Madero —fue liberada anteayer— se mudó luego de haber recibido reiteradas amenazas.
Así lo confirmó ayer a la mañana Roque Cáceres, esposo de Bernarda Garay Ocampo. El hombre señaló que, desde que la mujer fue liberada, supuestos allegados al ladrón fallecido pasaron varias veces frente a su casa en un auto, desde el cual gritaban “los vamos a matar, les vamos a quemar el rancho”.
Cáceres, en diálogo con radio Continental, aseguró que su esposa —está enferma de cáncer— se encuentra mal de salud y anímicamente porque “está muy arrepentida de lo que hizo. Ella no puede dormir pensando en lo que le pasó. No quería hacer esa cosa”, dijo el hombre.
Además, Cáceres señaló que su abogado les aconsejó mudarse por las amenazas que, detalló, fueron proferidas por los ocupantes de “un Renault 12 todo destartalado” que pasó varias veces frente a la casa, en el que iban “tres chicas, un pibe y el que manejaba”, quienes supuestamente serían allegados al ladrón fallecido.
El revólver en la cama. El hecho que protagonizó la mujer ocurrió el miércoles pasado al mediodía, cuando un asaltante ingresó a su casa, situada en las calles Alvarez y Vélez Sarsfield.
En el momento del suceso, Garay Ocampo, que trabaja como empleada doméstica, se había quedado descansando en su habitación. Luego de que el ladrón irrumpiera en la casa, Garay Ocampo se levantó y se dirigió al living. Allí, el recién llegado la amenazó con un arma y la ató de pies y manos a su cama utilizando los cables del reproductor de DVD y el televisor.
Después, el asaltante cargó varias pertenencias en bolsas. En ese momento, un cómplice que estaba en la puerta como campana —sería menor de edad— entró en la casa y le dijo al asaltante que se fuera porque llegaba la policía.
La mujer —vivía en la propiedad con su marido y una hija— logró zafar de las ataduras y recogió un revólver calibre 32 largo que el maleante olvidó en su cama y salió tras sus pasos.
A unos 70 metros de la vivienda, se topó con el asaltante y lo increpó reclamándole las pertenencias. En ese momento, según dijeron las fuentes policiales basándose en el relato de la mujer, el ladrón, identificado como David Cabral, de 27 años, se dio vuelta y habría amagado con sacar un arma, por lo que ella abrió fuego y un balazo atravesó el pecho del asaltante, que murió en el acto.
El jueves, Garay Ocampo prestó declaración indagatoria en un tribunal y luego el magistrado interviniente dispuso su excarcelación por falta de antecedentes, aunque quedó imputada de homicidio. (DyN)
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