Hay en juego cuatro pasajes al Mundial 2010

Para la mayoría de las selecciones sudamericanas, hoy comienza el camino al Mundial de Sudáfrica 2010. Además del plato fuerte entre Argentina y Chile (ver aparte), un esperanzado Uruguay recibirá a una convulsionada Bolivia. En Lima, Perú será anfitrión de la aguerrida Paraguay dirigida por el rosarino Gerardo Martino. Mientras que en Quito se medirán las herméticas Ecuador y Venezuela. Por su parte, el tretacampeón Brasil tendrá su bautismo de fuego mañana ante Colombia en suelo cafetero. La primera fecha de las eliminatorias está en marcha. Diez representativos nacionales buscarán quedarse con los cuatro pasajes directo que otorga esta competencia. Mientras que el quinto equipo obtendrá el derecho a jugar el repechaje ante un clasificado de Oceanía.

   Con realidades diferentes, Uruguay y Bolivia iniciarán incursión en esta exigente competencia. El elenco celeste, dirigido por Oscar Washington Tábarez, aspira a comenzar la serie con pie derecho, ya que la última participación en una Copa del Mundo data de Italia 90.

   Para ello, el técnico charrúa dispondrá un planteo audaz. Pondrá tres hombres de punta que intentarán sortear los obstáculos que pudieran oponer los defensores bolivianos. Por su lado, el conjunto de Erwin Sánchez, llegó a Montevideo enfrascado en una absurda discusión con los dirigentes de la Federación de su país por los premios por una hipotética clasificación a Sudáfrica. Esa situación y algunas molestias físicas que presentan Nicolás Suárez y Santos Amador, por caso, le impiden al técnico formar la alineación pretendida. Aunque el zaguero canalla Ronald Raldes será titular.

   En tanto, Perú intentará cambiar la cara después de una mediocre Copa América, donde fue eliminado en cuartos de final y provocó el alejamiento del DT Julio César Uribe. Recibirá con el retorno de Nolberto Solano a Paraguay, que bajo la batuta del Tata Martino tendrá entre sus filas a Villar.

   Mientras que Ecuador y Venezuela se enfrentan en Quito, saltarán a la cancha bajo total hermetismo, ya que ambos estuvieron entrenando a puertas cerradas.