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 sábado, 13 de octubre de 2007  
Convergencia latinoamericana

Surgida en junio de 1999, el proceso de Bolonia transita por estos días en su última etapa de aplicación. Es que en esa fecha, los ministros de educación de 29 países europeos suscribieron un compromiso por el cual se propusieron iniciar un camino hacia la conformación de un espacio común de educación superior.

Para el especialista en educación superior de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) Norberto Fernández Lamarra, el proceso de convergencia europea debe ser analizado con profundidad por las universidades latinoamericanas, quienes deberían proponerse un espacio de acercamiento político y académico.

Temas como los criterios de calidad institucional, posgrados y movilidad estudiantil son para Lamarra algunos de los campos posibles por donde podrían generarse acciones de convergencia en el sur continental. “Me toca predicar en el desierto”, se quejó Lamarra, consultado sobre la necesidad de una mayor integración regional en materia académica. Y planteó que “si en Europa, con sus años de historia, pudieron integrase y construir un espacio en común, por qué no lo podemos hacer nosotros”.

Si bien no deja de lado las dificultades y la heterogeneidad de los sistemas universitarios de los países de la región, con instituciones de diferentes niveles de calidad, “tenemos que pensar en la necesidad de integrarnos, porque si no el espacio entre América latina y Europa se va a convertir en un espacio de colonización europea”, sentencia Lamarra.

Y así como el proceso de convergencia europea supuso la búsqueda de criterios “europeístas” de enseñanza, el especialista de la Untref recomienda adoptar criterios comunes que refuercen la identidad cultural e histórica latinoamericana, “y a partir de allí converger con Europa, América del Norte y Asia”.

Pero si bien destacó, al igual que Dibbern, que la internacionalización universitaria es un hecho que no se puede negar, Lamarra afirmó que los países del Cono Sur deberían plantearse instancias para “ingresar a lo global a través de nuestra propia integración y nuestra propia identidad”.
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