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En moto por Edimburgo

Daniel G. Echeverría

Al llegar a Edimburgo no pude permanecer indiferente al ver por primera vez la impresionante ciudad. Y creo que nadie puede hacerlo. La exploración de Edimburgo comienza con el castillo, sus dramáticas historias de asedios y guerras, oscuros hechos de intriga. La exposición Honors of Scotland, muy elogiada por todos, en el castillo, traza la historia de las joyas de la corona escocesa e incluye una visita a la habitación de la corona para verlas.

La impresionante fortaleza sobre el peñasco es un telón de fondo para la línea del horizonte de Edimburgo. La historia de la ciudad se cuenta en todas las partes del barrio antiguo (Old Town), en lugares como el Huntly House Museum en Canongate, así como en otros edificios históricos como Gladstone´s Land, con su visión de la vida local durante el siglo XVII.

Muchos de los museos de Edimburgo están cerca de la Royal Mile, la larga hilera de calles que unen el castillo con el Palace of Holyroodhouse, que ha sido una residencia real durante siglos. Los jardines de Princes Street marcan el sur del barrio nuevo (New Town). El recorrido de este barrio debe empezar en la Georgian House, casa situada en Charlotte Square y amueblada al estilo de finales del siglo XVIII, momento en el que estos edificios eran... nuevos.



Atracciones

Las múltiples atracciones de Edimburgo reflejan su condición de capital: la National Gallery of Scotland es uno de los museos de arte más destacados de toda Europa, mientras que la Scottish National Gallery of Modern Art alberga una impresionante colección de arte del siglo XX.

El Royal Botanic Garden, con sus enormes invernaderos. Mundialmente conocida es la colección de rododendros, un aspecto particularmente interesante durante los meses de la primavera, mientras que el Royal Museum of Scotland exhibe una amplia colección en numerosos campos científicos y culturales.

El dramático perfil de Edimburgo es el escenario ideal para el Edinburgh International Festival, uno de los principales festivales culturales del mundo, donde por supuesto también aproveché para exhibir mi motocicleta. Como yo estaba parando en un pueblo cercano llamado Alloa, antes de ir a recorrer la ciudad espiaba por webcam como estaba el clima cerca del castillo y la Princess street para poder disfrutar a pleno el recorrido.

Para mí es importante el tema climático, y estoy disfrutando en mi periplo por el Reino Unido, del verano más lluvioso en los últimos 50 años.

Edimburgo alcanza su momento culminante cuando coinciden el Festival, el Fringe y el Military Tattoo (lejos de tener que ver con tatuajes, es un espectáculo militar con desfiles y bandas) a finales de agosto. El Film Festival y el Jazz Festival son sólo algunos de los otros acontecimientos destacados en esta época del año.



Cosmopolita

El carácter cosmopolita de Edimburgo nos garantiza una amplia gama de lugares donde comer y beber: desde el ambiente especial de los típicos pubs de Rose Street, hasta algunos de los mejores restaurantes de Escocia. Varios locales del centro de la ciudad ofrecen espectáculos tradicionales con abundancia de gaiteros y faldas escocesas. Debo reconocer que visto personalmente, no les queda mal, de hecho los escoceses son tipos bravos, amistosos y divertidos.

La ciudad además tiene grandes galerías comerciales como el centro comercial Waverley Shopping Centre, la ciudad cuenta con muchas posibilidades para gastar unas libras escocesas: la selección internacional de Victoria Street, los barrios de Bruntsfleld, Morningside y Stockbridge o comercios en otros barrios de las afueras. Desde joyas victorianas en Rose Street y mantas de tartán en la Royal Mile; hasta antigüedades en Causewayside y todo tipo de productos en el céntrico Jenners (la gran tienda de locales independientes más antiguos del mundo): ir de compras en Edimburgo es toda una experiencia de la más alta calidad, si el cambio de una libra, a 6,30 pesos argentinos, lo permite.

Con tantos acontecimientos y festivales, siempre existe una gran variedad de alojamientos alrededor de la ciudad: en los pueblos y la campiña de los Lothians, al oeste, el sur y el este. Gracias a los buenos transportes por tren y ruta se podrá pasar el día en la ciudad y disfrutar de un espectáculo por la noche, sin tener que viajar muy lejos.

Si uno desea disfrutar de lo mejor de la ciudad y la campiña, entonces los Lothians son una gran opción. Uno puede descubrir castillos, asociados a María Estuardo, hacer un viaje en bote hacia la colonia de nidos de alcatraces en Bass Rock, roca que se halla en la ría Firth of Forth, o ver la ciudad desde las laderas de las Colinas Pentland Hills, donde vivió el escritor escocés Robert Louis Stevenson (autor de algunas de las historias fantásticas y de aventuras más populares, como La isla del tesoro y El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde). Si anda motorizado, saliendo por la A68 al sur de Edimburgo, busque las señales para Crichton Castle, relaciocnado con la reina María Estuardo, que muestra una excepcional fila de soportales a la italiana del siglo XVI. La capilla Rosslyn Chapel también se encuentra muy cerca, y se considera que sus tallas en piedra son las mejores de Escocia. Al oeste de Edimburgo hay otros hermosos castillos y mansiones para disfrutar, incluyendo Linlithgow Palace, lugar de nacimiento de María Estuardo. El litoral de East Lothian ofrece lugares más secos y soleados de toda Escocia, especialmente alrededor de la ciudad de Dunbar, que tiene excelentes playas de arena cerca. Cerca está el Tantallon Castle, en la cima de un acantilado cerca de North Berwick, ofrece vistas de la roca Bass Rock.

Glenkinchie se encuentra entre los siempre ondulantes paisajes de campo, que tanto me impactan cuando voy viajando, al ver los sembradíos en multicolor, esta destilería nos recuerda que no todos los mejores whiskies provienen de las Highlands. Las Highlands es la zona norte de Escocia, entre Edimburgo y Glasgow divide el norte y sur de Escocia. El Norte era zona de William Wallace (Corazón Valiente), y la zona sur o Lowland, donde dominaban los clanes familiares que peleaban entre ellos para obtener más tierras y poder entre los campesinos pero permitían el paso y el dominio inglés. Es por eso que los Highlanders no simpatizan mucho con los Lowlanders, y menos con los ingleses (en realidad no los pueden ni ver).

Daniel Echevería, junto a su moto recorriendo el mundo.