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domingo,
26 de
agosto de
2007 |
Editorial: Perros peligrosos y conciencia social
La noticia, a esta altura de los acontecimientos, ya no puede ser calificada de sorpresiva. La muerte, en Rafaela, de una nena de un año atacada por un feroz rottweiler sumó un nuevo eslabón a una larga cadena: la de los repetidos casos de personas atacadas por canes de razas que los especialistas califican como peligrosas.
Rottweiler, dogo argentino, pitbull, fila brasileño y también, en menor medida, ovejero alemán y doberman necesitan de un especial entrenamiento y cuidado. Mientras el Estado vacila en aplicar las necesarias medidas de control, la única manera de evitar que las tragedias continúen es la toma de conciencia por parte de la población.
Tal como sucede con los accidentes de tránsito, gran parte de los cuales se vinculan con la imprudencia conductiva y la falta de respeto a las normas viales, en el caso de los canes mencionados corresponde apelar a la responsabilidad de sus dueños.
El amor por el animal que acertadamente es descripto como el mejor amigo del hombre no debe funcionar a modo de anteojeras: ciertas razas son agresivas y sus ejemplares deben ser adecuadamente vigilados. En el caso puntual del rottweiler, reiterado protagonista de feroces ataques, debiera debatirse si la prohibición de su tenencia no es la única solución posible.
Muchos argentinos suelen tener el mal hábito de buscar siempre afuera a los culpables de sus problemas. La sociedad debe ser autocrítica para poder mejorar. ¿Cuántas muertes más harán falta para producir un cambio?
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