Viajeros del Tiempo - Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Problemas con las construcciones y calles en 1906. Aparte de que a menudo perjudican el ornato público, las construcciones en el Rosario se hacen notar por dos perjuicios fundamentales: su larga duración y las obstrucciones que oponen al tránsito público y al vehicular. En algunos lugares las empalizadas en las aceras son tan anchas que sólo permiten el tránsito de tranvías. Creemos que esas empalizadas no precisan tanto vuelo ya que las demoliciones deben hacerse hacia adentro. También la cuestión de la duración exige una ordenanza especial. Hay construcciones de edificios de planta baja que duran años y más años, o que se suspenden por tiempo indefinido pero manteniendo, sin embargo, el constante obstáculo de la empalizada. Sería justo que se estableciera un plazo prudencial, sólo prorrogable por causas legítimas. Por otro lado, también queremos hacer constar un hecho que ya debe haber sido suficientemente observado por la Intendencia: el de que algunas calles céntricas presentan crónicamente el aspecto de vías con remiendos y salientes feos que les dan el aspecto de descuidadas vías rurales.



Nueva plaga criminal. Una nueva plaga criminal se está desarrollando por las afueras del Rosario. Se trata de los incendios intencionales de pasto en las quintas ubicadas fuera de los barrios apartados, como Arroyito, Eloy Palacios, Echesortu, Saladillo, etcétera. Esos incendios se repiten todos los días de manera notable y sus autores no son nunca descubiertos. El de ayer ocurrió en la quinta de Juan Echeverri, en la calle San Nicolás entre San Luis y Rioja, en Echesortu. A las 5 y 15 de la madrugada, hora en que todos los moradores de esa quinta dormían, fueron quemadas casi totalmente dos parvas de alfalfa, pero los bomberos pudieron salvar la mitad de una. El perjuicio se evalúa en 800 pesos. Las parvas no estaban aseguradas.

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